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La denuncia de un portón robado y luego hallado en el domicilio de la edil Cristina Bóveda sacó a la luz una serie de acusaciones en contra de la actual funcionaria.

En las últimas horas, desde la empresa “Bonpland Leaf” denunciaron en la comisaría de Bonpland que una persona no identificada había sustraído un portón de hierro antiguo, el cual estaba colocado en un predio de la Cooperativa Tabacalera de esta localidad, y que el mismo estaría colocado en el domicilio de la actual concejal Cristina Bóveda.

Dispuesto por el magistrado interviniente, se llevó a cabo el allanamiento en el domicilio de la concejal, donde se procedió al secuestro del elemento sustraído. Este hecho dejó además en evidencia otras denuncias en contra del funcionario.

Según lo publicado en el portal Alem News, el pasado 17 de mayo la ciudadana M. Batalla manifestó ante las autoridades locales que Bóveda se había presentado en su domicilio -donde reside con sus hijos menores de edad y una persona octogenaria- junto a miembros de la “Agrupación Evita” profiriendo insultos y amenazas a su esposo y familia, temiendo por integridad física.

En esa ocasión, los propios vecinos ratificaron los dichos de la denunciante en la comisaría local.

Otro hecho contra la Concejal fue alertado por L. Olivera, quien solía ser el coordinador del área “Chacra y Huerta Productivo” del Movimiento Evita. El hombre denunció irregularidades en las actividades y en el pago de los salarios que reciben muchos de los integrantes de la mencionada área.

Esto habría derivado en un conflicto interno, y por lo que su puesto de ventas de verduras ubicado en la Manzana Nº 44 de esta localidad habría sido cerrado con candado por Bóveda y su gente, pese a que dentro de la mismo tenía su invernadero armado con verduras, un local de ventas y herramientas varias.

Por otro lado, el ahora ex coordinador de movimiento Evita, ratificó ante las autoridades que Bóveda consiguió planes sociales del programa “Potenciar Trabajar” para miembros de la mencionada agrupación, pero luego les cobraba una “comisión” de carácter obligatorio por la suma 2.500 pesos por mes, con el fin de utilizarlo en una supuesta cooperativa de trabajo.

Según Olivera, el dinero terminó utilizándose en el arreglo de la vivienda particular de la Concejal.

Luego de hacerse público el caso, habrían sido varios los integrantes de la agrupación, que hasta el momento sigue a cargo de Bóveda, que decidieron dar a conocer el accionar de la concejal.

En esa línea, según el portal de la Capital de la Alegría, Bóveda habría sumado en últimas horas nuevas denuncias y pedidos de “explicaciones” por parte de varios miembros de la agrupación, quienes supuestamente están esperando se les entregue las tarjetas sociales que habría llegado para cobrar sus beneficios, y que sospechan que alguien se estaría quedando con su dinero.