Argumentó que el discurso contra las vacunas para el Covid estaba destinado a los fieles. Salud Pública aguarda el descargo formal y no descartaron que sea cesanteado.
Mientras las autoridades de Salud Pública aguardan el descargo por escrito del médico Carlos Luis Flamig por sus dichos antivacuna que se viralizaron la semana pasada, de manera informal el profesional obereño reconoció que grabó el polémico audio para difundirlo entre los fieles de su iglesia y no creyó que llegaría a la prensa.
En diálogo desde la gerencia de la clínica privada donde se desempeña Flamig comentaron que el galeno pidió disculpas por el escándalo que generaron sus declaraciones en contra de las vacunas que combaten el Covid-19, al tiempo que mencionaron que ayer seguía atendiendo a sus pacientes ya que por el momento no fue notificado de ningún tipo de sanción.
“Está trabajando bajo protocolo y ahora se le obliga a usar barbijo, cosa que no hacía. Lo que nos dijo a nosotros y, también lo hará en su descargo ante el Pami y Salud Pública, fue que el audio que grabó era para los fieles de su iglesia, pero que en ningún momento fue para la prensa ni se imaginó la repercusión. También pidió disculpas”, precisaron desde la institución respecto al pobre argumento del médico.
Flamig pertenece a la planta permanente de Salud Pública y está afectado al Hospital Samic de Oberá, pero desde inicios de la pandemia se halla en uso de licencia porque tiene más de 60 años (67) e integra la población de riesgo.
De todas formas, en ningún momento dejó de atender en la clínica privada, donde se desempeña como médico de cabecera de más de mil afiliados al Pami. Además tiene pacientes particulares.
Precisamente, la dirección del Samic recibió la confirmación oficial de que el profesional se halla trabajando en el sector privado, lo que derivaría en una sanción administrativa.
Posible cesantía
En paralelo, desde el comité de Bioética del Samic le solicitaron un descargo respecto a sus dichos, ya que contradicen lo dispuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud de la Nación y la Provincia.
En la citada nota se intimó a Flamig a que “proceda a ratificar o rectificar los presuntos dichos, los que atentan contra la salud y las vidas de las personas, y contradicen las recomendaciones sobre vacunación contra el Covid-19 de esta cartera provincial, de la cual usted forma parte como personal de planta permanente”.
El galeno fue notificado ayer y dispone de un plazo de 48 horas para presentar su descargo escrito, precisaron desde Salud Pública.
“Una vez que responda de manera formal se armará un expediente que será elevado al Ministerio de Salud Pública y luego a la Fiscalía de Estado. Esto puede derivar hasta en una causa de cesantía, porque está de licencia en el hospital pero confirmamos que sigue trabajando en el sector privado. Ya con relación a su postura antivacuna, son dichos que se pueden discutir ética y moralmente, aunque no se descarta algún tipo de denuncia por mala praxis por el lado de los afectados. Por eso sería malísimo que esto quede en la nada”, subrayó un vocero.
Los dichos de Flamig permitieron conocer una serie de actitudes que tuvo como profesional de la salud en el marco de la pandemia de Covid-19, ya sea en su postura personal -no usaba barbijo ni se vacunó- como también en cuanto a la atención de sus pacientes.
Pacientes muertos
En la edición del domingo se publicó el testimonio de Susana Ramírez, hija de José Ramírez (71), el primer fallecido por coronavirus en Oberá, cuyo deceso se produjo el pasado 12 de diciembre en el Samic.
La mujer contó que su papá se descompuso una semana después de asistir al consultorio del polémico médico, que también es pastor de la iglesia bautista.
“Mi papá nos contó que en la consulta, antes de contagiarse, Flamig no tenía barbijo y dijo que no usa porque es un hombre de fe. Incluso en el consultorio le dijo voy a orar por vos y le puso la mano en la frente. A la semana mi papá estaba con Covid y después nos enteramos que Flamig estaba contagiado y seguía atendiendo”, precisó.
Oportunamente la familia Ramírez analizó demandar al médico, aunque la idea no prosperó por oposición de la esposa de don José.
“Mi papá era pastor evangélico, mi mamá también es muy creyente y no quiso hacer la denuncia porque cree en la justicia divina. Yo al menos quise dar mi testimonio para que las personas estén alertas y no vuelvan a caer en las manos de este irresponsable”, remarcó. Por otra parte, el domingo falleció otro paciente del citado profesional, un hombre de 55 años, empresario y deportista que no padecía comorbilidades.
Según allegados, el pasado 5 de julio sintió síntomas, se hizo el hisopado y confirmó que tenía coronavirus. Por recomendación de Flamig no se habría vacunado, indicaron.
También se contagiaron su esposa y su suegra, aunque ambas evolucionaron favorablemente.
Como contrapartida, el cuadro del paciente se agravó y el jueves fue internado en terapia intensiva del Hospital Samic, donde falleció el domingo.