La pandemia impacta de forma directa e indirecta haciéndose visible el golpe en las muertes. Por un lado, las víctimas del Covid-19 que se notifican en los partes diarios a nivel nacional y local, y por otro, los otros fallecidos como efecto colateral del virus que no están discriminados en la estadística. Aquellos que negativizaron la enfermedad y tiempo después murieron, los que no soportaron el deterioro de su estado, los que padecían otras patologías y no alcanzaron a ser atendidos debido a las restricciones en los centros asistenciales.
También están, por supuesto, los fallecimientos habituales no relacionados al Sars-Cov-2, como los accidentes de tránsito o las comorbilidades propias de la edad.
Los números que disparan el análisis se desprenden del Registro Provincial de las Personas, que recibe las correspondientes actas de defunción. Según la información hasta el 3 de agosto se notificaron en Misiones 6.374 muertos; mientras que en 2020 hubo 7.359 y en 2019, 7.539. Es decir, en siete meses y tres días se registró más del 80% de las muertes anuales promedio de 2019 y 2020.
El Ministerio de Salud de la Nación presentó hace un tiempo un estudio sobre exceso de mortalidad en 2020 por Covid-19, el cual detalla que el año pasado se observó un exceso de mortalidad de 10,6 por ciento por encima del umbral establecido, lo que corresponde a 36.306 muertes en exceso, indistintamente de las causas. Si bien no discrimina por provincias, los datos oficiales de Misiones no reflejan demasiada diferencia entre 2019 y 2020, ni un exceso de muertes como si sucedió a nivel país.
De hecho el año pasado, el impacto directo del Sars-Cov-2 fue mínimo respecto a la cantidad de fallecidos teniendo en cuenta que se notificaron oficialmente 27 hasta el 31 de diciembre inclusive.
Sin embargo, este año la mortalidad por coronavirus dio un salto importante; hasta ayer los muertos registrados por Covid eran 628, lo que hace un total de 655 desde el inicio de la pandemia.
Este 2021, la mortalidad -por diferentes razones- será superior a los últimos dos períodos. Los fallecidos a causa del Covid representan el 9,8% del total de muertes en Misiones, o sea, de 6.374 defunciones notificadas, 628 fueron como consecuencia directa de la enfermedad que destruyó la normalidad.
Los profesionales de la salud señalaron en reiteradas oportunidades su preocupación porque los pacientes habían dejado los controles de rutina en detrimento de su calidad de vida como así también se notó una baja tasa de vacunación pediátrica. Ambas cuestiones representan un efecto directo de la pandemia.
Por citar un ejemplo concreto, desde la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) habían manifestado la existencia de evidencia de que la desatención de la enfermedad cardiovascular causó un incremento objetivo de la mortalidad.
La enfermedad cardiovascular se refiere al infarto de miocardio, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca lidera el ranking de muertes, ya sea a nivel global como en Argentina (100.000 muertes anuales, 280 muertes por día).
A las patologías coronarias le siguen como principales causas de muerte en el país el cáncer, los accidentes de tránsito, el Epoc, la diabetes y las enfermedades mentales.
Acta de defunción: cómo se inscribe
Alejandra Soto, titular del Registro Provincial de las Personas, explicó “Cuando fallece una persona, ya sea en el sector público o privado o en la calle, el médico certificante, que puede ser tanto de Salud Pública como los del Cuerpo Médico Forense de la provincia, certifica el fallecimiento con un certificado, consigna los datos, la causa de la muerte, hora, día y lugar. Ese certificado de defunción los familiares o la funeraria lo llevan al Registro Civil para que nosotros le generemos el acta de defunción, donde volcamos el informe del médico, lo cual automáticamente se comunica al Renaper, rescatamos el documento de la persona fallecida porque los ciudadanos no se pueden quedar con el DNI de los fallecidos. La documentación la rendimos al Renaper para que sea destruida. El Renaper notifica a Anses y a la Cámara Electoral Nacional y desde acá le pasamos la información al Banco Macro y al IPS para que se den de baja a los jubilados y pensionados fallecidos”.
“Los tiempos son los siguientes: dos días hábiles para hacer la inscripción de la defunción; pasados esos dos días hay hasta 60 días para que la defunción se inscriba en el Registro de las Personas con una disposición de dirección general y pasados los 60 días automáticamente se judicializa. Es decir, es un juez el que tiene que ordenar que ese certificado del médico que certifica la defunción de esa persona, generándose la respectiva acta de defunción”, agregó Soto.