Rocío Da Silva, licenciada en nutrición, desmintió las declaraciones de la cantante María Becerra sobre la leche vacuna y explicó que su consumo es fundamental para el cuerpo humano. A su vez alentó a quienes sean intolerantes a la lactosa o veganos a buscar reemplazarla por otros alimentos altos en calcio y proteínas.
Durante los días pasados la cantante María Becerra realizó declaraciones en contra del consumo de leche proveniente de las vacas: aseguró que la misma saldría con «pus y sangre». Con respecto a lo afirmado por la cantante, la licenciada en nutrición Rocío Da Silva explicó que según lo estipulado por el Código Alimentario Argentino «si la leche que se obtiene del animal posee sangre, microorganismos o diversos metales tóxicos no es apta para el consumo humano y por lo tanto no avanza hacia la etapa de distribución».
La leche cuenta con un alto valor biológico, contiene proteínas, aporta aminoácidos esenciales y necesarios para el bienestar del cuerpo humano, como así también azúcares y vitaminas. «Según diversas guías alimentarias, entre las que se incluye la Guía Alimentaria Argentina, la leche vacuna puede ser reemplazada por alguna de origen vegetal pero su consumo es importante para mantener una dieta normal» comentó la nutricionista.
El aporte nutricional de esta bebida sería significativo para la prevención de enfermedades que se pueden generar en la niñez y afectar la vida adulta, por ello su consumo es fundamental para todas las etapas de la vida. Para los niños, Da Silva recomendó la leche «entera», mientras que para los adolescentes y adultos aseguró que la leche descremada es la mejor opción.
En este sentido, Rocío Da Silva aseguró que a partir de los seis mese de vida es bueno consumir leches de fórmula o provenientes de la vaca, aunque la calidad de la segunda dependerá en mayor medida de los tratamientos que se le realicen. «Según el Código Alimentario Argentino, se considera que la leche, que es obtenida del ordeñe «higiénico», debe provenir de una vaca que goce de buena salud, para que el producto sea de buena calidad».
«Como nutricionista yo recomiendo el consumo de leche«, afirmó Da Silva, explicando que para quienes no toleren los lácteos existe la leche deslactosada, que se consigue fácilmente en los supermercados, y que también se recomienda la ingesta de otros alimentos que pueden reemplazar los aportes nutricionales de la leche vacuna. «Si la persona puede consumir leche normalmente, se recomienda su consumo».
Intolerancia a la lactosa y veganismo
El cuerpo humano procesa la leche a partir de una encima denominada «lactasa», que se encarga de hidrolizar, o en otras palabras «romper», la lactosa de la leche. «Cuando nosotros empezamos a tomar leche necesitamos del estímulo de la ingesta de leche para generar la encima, y si no tomamos leche por lo general no se estimula. Entonces si una persona que por lo general no consume, toma leche, le puede caer mal y pensará que tiene intolerancia a la lactosa», sostuvo Da Silva.
Por lo tanto, afirmó que la intolerancia a la lactosa existe, pero en muchas ocasiones se puede generar por la falta de estímulo de la encima «lactasa». Durante los últimos años algunas enfermedades tales como la intolerancia a la lactosa y la «alergia» a la leche de vaca provocaron que el consumo de la bebida disminuyera en la población. El mismo también se ha visto desmotivado por «gustos», explicó la nutricionista, y por la elección de la alimentación vegana.
«En el caso del veganismo es importante que la persona sepa por qué alimento puede reemplazar la leche para obtener una fuente de calcio y proteínas».
Por último, la licenciada en nutrición aseguró que si a la persona no le gusta la leche puede optar por otros derivados lácteos tales como el yogur, ya que este también puede aportarle el calcio y las proteínas que el cuerpo necesita para su normal funcionamiento.