Nelson Lukoski, empresario supermercadista sostuvo que “el índice inflacionario que se viene dando mes a mes fue marcando el poder adquisitivo de la gente, y la mayoría de los clientes han dejado de ser marquistas”
Los ciudadanos buscan constantemente alternativas que se ajusten a su poder adquisitivo para poder cubrir gastos primarios. Los alimentos son productos que no se pueden dejar de lado a la hora de pensar en los gastos del mes. En épocas donde los salarios no logran correr a la par de los precios, los consumidores se inclinan más por las segundas marcas para abastecerse.
“El índice inflacionario que se viene dando mes a mes fue marcando el poder adquisitivo de la gente. La mayoría de los clientes han dejado de ser marquistas”, sostuvo Nelson Lukoski, empresario supermercadista.
En diálogo, aseguró que el cliente “busca la oferta, economizar al máximo, trata incluso cuando puede de hacer una compra grande porque llega fin de mes y otra vez estamos con aumentos”.
“En el supermercado la gente se acostumbró a andar con la calculadora”, afirmó. En cuanto a los medios de pago señaló que “se manejan mucho con la tarjeta de débito o crédito en un pago”.
Por otra parte, expuso que “el consumo de carne en la canasta familiar ha disminuido un 35 por ciento en lo que va del año y eso ha marcado la baja en las ventas”. En ese sentido indicó que el cliente “busca alternativas en el pollo, pescado o cerdo”.
Lukoski también hizo referencia al aceite: “Prácticamente desapareció de las góndolas, se consigue a cuenta gotas y el aumento ha sido prácticamente del 80 por ciento en lo que va del año”, cerró.
Siete de cada diez argentinos pasaron a una segunda marca
En el último año, siete de cada diez consumidores afirmaron que cambiaron su marca habitual por una más económica.
La conclusión surge de una encuesta realizada por Quiddity, agencia de investigación y big data, parte del grupo Untold, en la que se destaca que 7 de cada 10 argentinos eligieron otra opción de marca distinta a la habitual por ser más económica.
“En este comportamiento se destacan en mayor medida las mujeres, el segmento de 36-45 años y personas de nivel socioeconómico más bajo”, se señala en el trabajo, que abarcó a 1200 entrevistados en todo el país.