Nilda Suárez (63) afirmó que la detenida por el asesinato de su concubino se habría llevado dinero luego del ataque. La sospechosa podría declarar en las próximas horas.
Mientras se aguarda por la declaración indagatoria a la mujer de 50 años que el domingo fue detenida como principal sospechosa del homicidio de Rafael Olivera (70), quien fue encontrado sin vida con varios golpes y cortes de arma blanca en distintas partes del cuerpo dentro de su vivienda del barrio Henter, de Montecarlo, la familia del fallecido dio detalles en torno al perfil de la sospechosa y sobre sus constantes visitas al lugar.
Aún dolida por lo sucedido con su esposo, pero por sobre todo sorprendida por la brutalidad con la que ultimaron a su pareja, Nilda Suárez (63) habló con este matutino sobre cómo tomó conocimiento del crimen.
Comentó que el domingo por la mañana se encontraba trabajando y que al enterarse de la tragedia salió de inmediato para su casa. “Me trajeron en un remís y pagaron porque estamos sin un peso. Mi marido era jubilado, estaba con un tratamiento por problema de próstata, toda su vida fue tarefero y cuando yo no estaba esta mujer venía a la casa a joder. Se llevó cosas de la casa”, relató enojada la viuda quien acusó a la sospechosa de haberse llevado dinero de su morada.
Al ser consultada por si hay testigos que puedan brindar datos que permitan el esclarecimiento del caso indicó que una vecina de la zona vio salir de su casa a la detenida. Y que además hay otras personas que manifestaron haber visto a la mujer desde la tarde del sábado hasta altas horas de la madrugada en la casa.
“Lo único que sé es que el domingo a la tarde la llevaron detenida porque todo apuntaba a ella. Cortó la luz de casa y una vecina la vio salir corriendo de acá. Ella siempre le sacaba toda su plata y venía cuando yo no estaba”, agregó la entrevistada, quien junto a familiares y amigos aguardaba ayer la entrega del cuerpo luego de la autopsia.
Por otro lado, Victoriano Olivera (51), hijo de la víctima, describió el instante en que fue a despertar a su padre y lo encontró sin vida con múltiples lesiones en su cuerpo.
“El sábado a la noche le dije que me iba a dormir, ella estaba acá, pero nunca pensé que le iba a hacer algo malo. No escuché ningún ruido. A las seis, cuando me levanté, miré por él y estaba tirado lleno de sangre en el piso, no había sábanas, nada, pero muy feo lo que le hicieron. Sólo queremos que se haga justicia “, sostuvo enérgicamente el hombre.
Presunta discusión
El cuerpo de Rafael Olivera fue encontrado minutos antes de las 7 del domingo. Fuentes consultadas de la Unidad Regional III comentaron que en el interior de la humilde vivienda donde residía la víctima se detectaron signos de desorden y de una presunta discusión que habría mantenido el dueño de casa con su agresor.
Si bien el móvil del hecho no quedó claro por el momento, la principal sospecha apunta a un enfrentamiento que la víctima tuvo con la detenida.
En relación a esto, desde la familia Olivera indicaron que la billetera del hombre estaba vacía y acusaron que en otras ocasiones Chamaca, como se la conoce a la sospechosa en el barrio, se había llevado objetos de valor y dinero del lugar
El examen preliminar hecho por el médico policial estableció que Olivera presentaba una importante mordedura en uno de sus brazos, como así también una herida punzopenetrante en el antebrazo derecho, que habría sido producida con un clavo.
Además, tenía un hematoma en la cabeza, traumatismo nasal y pérdida de la yema del primer dedo una mano.
A partir de los dichos de Victoriano, quien fue uno de los primeros en toparse con el crimen, los pesquisas apuntaron a Chamaca como sospechosa.
En base a los datos recolectados se pudo saber que la implicada vivía en el barrio Horizonte de Montecarlo. Y con todos estos datos, desde el juzgado de Instrucción interviniente se liberó una orden de ubicación y detención que se concretó ese mismo domingo en horas de la tarde.
Se espera que en las próximas horas la mujer de 50 años sea llevada al Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico, a cargo del juez Manuel Balanda Gómez, para la correspondiente audiencia indagatoria.