Los implicados tienen 18 y 26 años. El mayor de ellos es colombiano y permanece detenido. Ocurrió en octubre de 2020 en Iguazú y la víctima es una joven de 19.
La Fiscalía de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, a cargo de Horacio Paniagua, solicitó la elevación a juicio de la causa por el abuso sexual de una joven de 19 años cometido luego de una fiesta clandestina y dejó a los dos hombres imputados en el hecho a un paso de tener que responder por sus actos en el banquillo de los acusados ante un tribunal.
De acuerdo a lo consignado por fuentes consultadas, el requerimiento de elevación a juicio del expediente fue presentado a comienzos de mes y ahora el planteo deberá ser analizado por las autoridades del Juzgado de Instrucción Tres, quienes en caso de coincidir con Paniagua estamparían la firma para cerrar la causa y enviarla a debate.
Si eso sucede, el expediente deberá ser remitido entonces al Tribunal Penal Uno de Eldorado, donde se deberá programar fecha para la realización del correspondiente debate oral en el que se determinará la responsabilidad de los imputados en el hecho.
En su planteo, el fiscal Paniagua solicitó que los acusados lleguen a instancia de juicio imputados por “abuso sexual con acceso carnal calificado por la intervención de dos o más personas y por el uso de armas”, figura bajo la cual son pasibles de ser condenados a penas de entre 8 y 20 años de prisión.
Los imputados son un misionero de 18 años y un colombiano de 26, ambos residentes en Puerto Iguazú. El primero de ellos estuvo un tiempo alojado en la Unidad Penal IV Correccional de Menores pero después excarcelado bajo caución y con varias medidas restrictivas, mientras que el extranjero continúa con prisión preventiva en la Unidad Penal III de Eldorado.
El hecho
El hecho en cuestión ocurrió en octubre de 2020, pero recién fue denunciado en marzo de 2021 y desde ese momento comenzó la investigación que ahora se encuentra en su etapa cúlmine.
Según pudo reconstruir este matutino, la noche del hecho la víctima salió a pasear con un amigo de su hermano y asistieron a varias fiestas clandestinas que se estaban desarrollando en Iguazú, todas ellas incumpliendo las medidas sanitarias vigentes por la pandemia del Covid-19.
En esa instancia, se encontraron con el otro acusado, de nacionalidad colombiana y aparentemente muy conocido en el ambiente nocturno de la Ciudad de las Cataratas.
Después de ello, se fueron hasta una cabaña donde estaba pernoctando el extranjero y fue allí donde se produjo el ultraje. Las fuentes indicaron que la víctima intentó resistirse, pero el colombiano extrajo un arma de fuego y la colocó sobre una mesa a modo de intimidación.
Tras lo sucedido, la joven regresó a su casa pero ante el temor que persistía en ella nunca contó lo ocurrido y fue recién en marzo de este año cuando después de una crisis nerviosa se quebró y radicó la denuncia.
Allí, el menor de los sospechosos fue detenido al poco tiempo pero el extranjero tardó un poco más en ser localizado y debió ser necesaria la intervención de los efectivos de la División Triple Frontera de la Policía Federal Argentina (PFA) para dar con su paradero.
Su detención fue concretada el 18 de marzo, mientras circulaba por el barrio Belén a bordo de un Chevrolet Cobalt y desde ese momento permanece privado de su libertad. El hombre pidió ser excarcelado, pero el beneficio fue rechazado en virtud de que no registra domicilio fijo, ni tampoco un oficio o actividad definida y el riesgo de fuga fue considerado alto.
En contra de los sospechosos se registra la detallada denuncia de la víctima, además de otros elementos considerados clave.
Por ejemplo, una serie de mensajes que el menor de los implicados envió a la muchacha al día siguiente del hecho pidiendo “disculpas” por lo sucedido.
Además, los investigadores también pudieron comprobar la secuencia narrada por la muchacha respecto de cómo se fue del lugar del hecho aquella madrugada, constatando que su relato era verosímil.
Una vez detenidos, ambos sospechosos comparecieron dos veces ante el Juzgado de Instrucción Tres. En la primera oportunidad se abstuvieron, mientras que en la segunda ocasión declararon que el hecho se trató de una relación sexual consentida.
Ahora, ambos deberán aguardar la instancia de juicio oral, donde se debatirá su futuro.