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La Policía Federal de Brasil detuvo en Dionísio Cerqueira a seis personas vinculadas al contrabando de vinos provenientes de Argentina, según consignaron medios locales. El mega procedimiento se concretó ayer y fue ordenado por la Justicia Federal de la localidad de Chapecó.

Según se pudo reconstruir, en total se hicieron 10 allanamientos en distintas personas sospechadas de introducir el producto argentino desde la localidad misionera Bernardo de Irigoyen. Para ello, los efectivos contaron con el apoyo de la Policía Militar de Santa Catarina.

Uno de los implicados tenía armas no registradas, droga y cigarrillo de contrabando, mientras que a otro le incautaron 800 cartuchos de calibre 22.

Marcio Lenis Anater, delegado de la Policía Federal en Dionísio, declaró al medio Jornal Da Fronteira que las investigaciones se iniciaron el año pasado, luego de una incautación de la Policía Militar. De las pesquisas, se comprobó que la banda estuvo involucrada en unas 20 incautaciones de cargamentos de vino por un valor de medio millón de reales. También se incautaron 20 vehículos.

Al respecto, los investigadores detallaron que el sospechoso de liderar esta organización ya fue detenido en otras dos oportunidades. Los sospechosos serán investigados por los delitos de evasión y asociación criminal, que contempla hasta cuatro años de  prisión en el Código Penal Brasileño.

El contrabando de vino, junto a la soja, ha crecido exponencialmente con el cierre de las fronteras. Particularmente en Bernardo de Irigoyen y San Antonio, donde los límites son secos, se ha explotado la venta ilícita de la bebida alcohólica. Al respecto, este gran movimiento de dinero también generó violencia.

El 11 de agosto un camión de Central Argentino que llevaba una carga de vinos fue asaltado por piratas del asfalto durante la madrugada, en la localidad de San Pedro. Según consignaron fuentes policiales y judiciales, los delincuentes tenían vestimentas similares a la de la Policía de Misiones, armas y pasamontañas.

Según se reconstruyó en la víspera, el chofer fue secuestrado y abandonado en un pinar de la zona. El hombre viajaba solo y su destino final era la localidad de Bernardo de Irigoyen. Luego de la intervención policial se logró ubicar mediante el GPS el vehículo, cuyo semiremolque fue forzado y abierto.

Según las estimaciones iniciales, los delincuentes se hicieron con el 50% de los vinos, que eran en su mayoría costosos. Se pudo establecer mediante fuentes ligadas a la investigación que la banda tuvo tiempo de elegir los vinos más caros para llevarse, dejando de lado los de menor valor.

Los pesquisas creen con firmeza que el cargamento se fue pronto a Brasil. El contrabando de vino, junto a la soja -y en los últimos tiempos el maíz- ha crecido exponencialmente con el cierre de las fronteras y particularmente en Bernardo de Irigoyen y San Antonio, donde los límites son secos, se ha explotado la venta ilícita de la bebida alcohólica.

En mayo, un abogado entrerriano identificado como Juan María López (50), fue asesinado por sicarios en Irigoyen. El profesional circulaba en su camioneta cuando fue interceptado por una moto con dos ocupantes. Uno de ellos le asestó tres disparos con un arma de grueso calibre.

Lo que se sabe es que el hombre vendía vinos a comerciantes de la zona, por lo que la principal hipótesis es que se trató de un ajuste de cuentas. Los homicidas huyeron sin robar nada, se cree que con destino a Brasil, de donde serían oriundos y donde habrían sido contratados.

En el pasado en la frontera se han hecho procedimientos por el contrabando de crustáceos y también sobre la denominada ruta de los senegaleses, pero no se tienen registros sobre investigaciones federales ante este delito. Lo que se sabe, como en otros rubros, es que generalmente los comerciantes se encargan de vender, pero no participan del cruce del producto al extranjero.