Viste en Info.Victoria

Los malos hábitos de alimentación, el sedentarismo y la falta de controles médicos son algunas de las causas de este fenómeno creciente.

En el marco de una creciente tendencia mundial de casos de “muerte súbita”, desde el Hospital Escuela de Agudos “Doctor Ramón Madariaga” de Posadas aconsejaron controles médicos, llevar una alimentación saludable y realizar actividad física como principales medidas de prevención.

En este contexto, el responsable del servicio de Cardiología del Madariaga, Ariel Szyzko, explicó que la muerte súbita “se produce de forma abrupta e inesperada dentro de la hora de iniciada los síntomas en pacientes que no tienen un tipo aparente de afectación y que en forma rápida presenta la muerte”.

En todo el mundo la muerte súbita está en aumento. Si bien, en pandemia se registraron más de 4 millones de muertes relacionadas al COVID, la muerte cardiovascular provoca más de 19 millones al año, y esto viene en aumento por los hábitos de alimentación con altos contenidos de grasas saturadas y el sedentarismo”, advirtió.

Al tiempo que aclaró: “Siempre hay algún problema de salud que produce la muerte súbita y de ahí la importancia de hacer la estratificación” .

La paciente con COVID-19 del Madariaga vivía sola y llegó por un llamado al 911

Asimismo, se refirió a las estadísticas nacionales: “En la Argentina el 10% de la población muere por muerte súbita. Se dividen en tres grandes grupos: los pacientes menores de 6 meses (lactantes), jóvenes (menos de 35 años de edad) y adultos”.

En los jóvenes “prevalecen las enfermedades genéticas, son enfermedades raras como miocardiopatía hipertrófica, el síndrome de QT, corto/largo, que normalmente lo llamamos canalopatía, es una falla que tiene el corazón de forma genética; estos pacientes en algún momento pueden tener una arritmia cardíaca grave, con un paro cardíaco”.

En mayores de 35 años, “por lejos la principal causa es la patología isquémica, es decir los infartos de miocardio”. En este contexto, remarcó “la importancia de los programas de prevención cardiovascular, en los que se busca controlar la presión arterial y se aconseja los estudios de laboratorio para evaluar el colesterol. Asimismo se recomienda llevar una dieta sana y realizar actividad física, todo esto es para prevenir la aterosclerosis en los vasos sanguíneos del corazón, del cerebro”.

Igualmente, resaltó que hay que tener en cuenta que lo peligroso del colesterol alto y la presión arterial elevada es que no producen síntomas y “a la larga esto va a producir un endurecimiento de la pared de la arteria, va a provocar calcio en la pared lo que se denomina placa ateroclerótica, si esa placa esta en el corazón, se podría padecer un infarto de miocardio y si se produce en el cerebro se puede producir un Accidente Cerebro Vascular ACV”.

Finalmente, volvió a mencionar la importancia de la medicina preventiva: independientemente de la edad aconsejó la realización periódica de controles médicos, estudios de laboratorio, pruebas ergométricas y funcionales. “Cuando tengo más de 35 años es obligatorio”, sentenció.