Silvia González, vicepresidenta de la Cámara Misionera de Industriales Metalúrgicos contó las aspiraciones y los desafíos de cara al crecimiento de la industria metalmecánica en la provincia de Misiones
La Cámara Misionera de Industriales Metalúrgicos fue creada en año 2012 y hoy es nucleada por la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA)
Con 25 socios activos, según las estadísticas de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica), la industria metalúrgica, al igual que otros rubros, sufrió las consecuencias de la pandemia, reduciéndose de 85 metalúrgicas en Misiones antes de la pandemia a un 50% menos, post-pandemia.
Sin embargo, su vicepresidenta, recientemente electa, Silvia González manifestó “Venimos trabajando desde el momento que me convocaron a incluirme a ser autoridad”
Como representante de la empresa Tecnometal y ahora de la Cámara Misionera de Industriales Metalúrgicos, Silvia señaló “Es un orgullo como mujer, un orgullo como metalúrgica porque amamos la metalúrgica”
Ese amor hacia la metalúrgica, hace que los desafíos se tomen con mucho compromiso y seriedad, tratando de brindar lo mejor a la industria y a la sociedad.
Uno de los principales valores, contó Silvia, es el terreno que recientemente donó la EBY (Entidad Binacional Yacyretá) a la CAMIM, en el predio de la costanera.
Éste, a su vez, responde al ambicioso pero necesario proyecto de una sede propia, equipada con un centro tecnológico para capacitar a los jóvenes y las mujeres en la metalurgia “Los jóvenes necesitan, lo que aspiramos es que ellos salgan con las herramientas necesarias a la cancha a trabajar” señaló Silvia
Si bien todavía no hay una fecha estimada para la inauguración, ya que se están reuniendo los recursos necesarios, éste no sólo es un proyecto que favorece de inmediato a la población joven y a la comunidad en general, sino que, capacitará a la misma industria metalúrgica e incluirá mano de obra calificada.
Esto es de suma importancia ya que los trabajadores metalúrgicos se forman en las mismas empresas donde trabajan. Respecto a esto, Silvia se refirió “Invertimos mucho en capacitar al personal, tomamos personal desde abajo y en el mejor de los casos en 4 o 5 años termina siendo un oficial soldador”
Asimismo, tener una sede también implicaría incorporar personas capacitadas en lo impositivo y lo legal que manejen puntillosamente el convenio colectivo metalúrgico.
La vicepresidente de la CaMIM, también destacó la ambición propia que la metalúrgica se convierta en un espacio donde la mujer también se destaque: “Hay mucho potencial en la industria, hay que reivindicar que la mujer también tiene la capacidad de hacer esa actividad” afirmó, poniendo de ejemplo la provincia de Mendoza donde hay grupos de mujeres metalúrgicas que están haciendo muy bien su trabajo.
En cuanto a los desafíos de cara al ambicioso proyecto de la sede propia, están los de incorporar tecnología 4.0, y generar recursos económicos necesarios para solventar la creación de la edificación
“La metalmecánica atraviesa toda la industria, las maquinas los equipos, todo lo que se ve a través de una cerradura” afirmó Silvia, dejando en claro que se debe mejorar en la promoción de estos productos y en la competitividad de precios “Tal vez haga falta una ley de protección al mercado de la metalmecánica en Misiones, premiar al cliente misionero que, en lugar de comprar en el exterior, se acerque a la industria misionera”