“Acusarme de algo tan grave, no me entraba en la cabeza. Fue una pesadilla”, reconoció. El pasado 30 de agosto lo detuvieron como sospechoso de abuso sexual a una nenita de 3 años.

El abrazo interminable con su madre, las lágrimas incontenibles de su esposa, el aplauso y el aliento de sus amigos de fierro. El desahogo hecho llanto por un error que lo privó de la libertad durante 17 días que parecieron mil, como graficó apenas se reencontró con sus seres queridos ayer al mediodía.
“No entendía, no caía, me preguntaba por qué me hacen esto. Acusarme de algo tan grave, no me entraba en la cabeza. Fue una pesadilla. El martes le escribí a mi señora que no aguantaba más tanta injusticia, y gracias a Dios mi familia se movió y se pudo aclarar todo”, reflexionó Neris Gabriel Ferreyra (22).
El joven charló en la vereda de la Comisaría de la Mujer de Oberá, cuyas autoridades fueron responsables de la negligencia que derivó en su indebida detención al confundirlo con Gabriel Neris F. (24), alías “Chuvi”, acusado de abuso sexual simple en perjuicio de una niña de 3 años y amenazas, hecho denunciado el 30 de noviembre de 2019.
Para completar un combo inexplicable de fallas y desidia, luego de la detención del inocente, el verdadero sospechoso se dio a la fuga y la Policía no lo halló en el lugar donde residía con su concubina, una joven de 17 años que es hermana de la víctima.
Respecto a la excarcelación, la denunciante se presentó ante el Juzgado de Instrucción Dos y realizó una declaración espontánea donde aclaró que el acusado es otro y que el joven que estaba detenido no tuvo nada que ver con el hecho. Con dicho testimonio se ordenó la liberación del joven.
“Fueron 17 días, pero a mí me parecieron mil. Hay gente que hizo las cosas muy mal. Me hicieron mucho daño a mí y a mi familia”, reflexionó Ferreyra.

“Hubieran investigado bien”
Si bien la denuncia que derivó en la detención se registró hace un año y diez meses ante la Comisaría de la Mujer, recién el pasado 30 de agosto hubo un supuesto avance con la detención del joven.
Hasta ese día, Ferreyra estuvo trabajando como albañil en el domicilio de una oficial que se desempeña con segunda jefa de la Comisaría de la Mujer.
“Un par de días antes la señora me preguntó mi nombre y apellido y le dije. El 30 estaba laburando en la casa, llegó un patrullero y me dijeron que estaba detenido. Yo no entendía nada. Después me dijeron que me acusaban de abusar de una criatura, lo peor que puede hacer un hombre. Ahí sí que me desesperé. Fue lo peor que me pasó en la vida”, reconoció.
Consultado al respecto, el muchacho opinó que “por ahí a la oficial le sonó mi nombre y apellido y pensó que me buscaban a mí. Pero nada que ver. Hubieran investigado bien antes de acusarme y meterme preso por algo tan grave”.
Para colmo, el abogado que su familia contrató en primera instancia lo instruyó para que se abstenga de declarar, indicó.
Sin ocultar su emoción por el reencuentro con su familia y amigos, subrayó que desde hoy pretende retomar sus actividades normales, como el trabajo y el rol de entrenador de fútbol infantil, tarea que desarrolla con una amiga para contener a niños de los barrios Cien Hectáreas y San Miguel.
“Espero que los padres de los chicos entiendan que estuve preso por error. Creo que la gente me conoce y sabe cómo soy, pero por ahí alguien va tener miedo. No sé. Es mucho daño que me hicieron con esta falsa acusación, pero tengo que seguir adelante”, remarcó con la voz entrecortada por el llanto.

Testigo clave
En diálogo con el abogado Mauricio Hadad, quien el miércoles asumió el cargo de defensor de Ferreyra, dio detalles de la causa y los elementos que facilitaron la excarcelación de la víspera. Además, anticipó la intención de la familia de iniciar acciones legales contra los responsables de la detención indebida.
“La liberación se logra porque la denunciante, que es la madre de la víctima, vino a hacer una declaración espontánea donde manifestó la verdad de los hechos: que el detenido no es el responsable. Si bien tienen nombres parecidos, no se llaman igual, ya que mi defendido es Neris Gabriel y al que buscan se llama Gabriel Neris, lo que demuestra una diferencia notoria en la identidad”, precisó el letrado.
Pero más allá de la identidad, que se coteja con el DNI o la partida de nacimiento, mencionó que “el poder Judicial tiene elementos suficientes para determinar la identidad de las personas, como también los tiene la Policía como auxiliar de la Justicia”.
“Por lo que nos llama poderosamente la atención que este muchacho haya estado 17 días privado de su libertad,con el daño que significa y la estigmatización que implica la carátula de abuso sexual en su entorno social”, agregó.
En ese contexto, comentó que en una segunda instancia analizarán “si no hay una situación de apremios ilegales, y quién se hace cargo del daño que le provocaron a un joven trabajador de 22 años que está tratando de construir una familia y que debe soportar una situación tan terrible como esta. Es algo muy pesado para cualquiera”.

Sobreseimiento total
El letrado hizo hincapié en la negligencia cometida por la Policía, que debía remitir una serie de pruebas al juzgado y no lo hizo.
“Inclusive hay una prueba muy sencilla que tendría que haberse incorporado en un primer momento y es la partida de nacimiento, donde se confirma que el nombre es distinto, que la edad no se corresponde, que los padres son otros del denunciado. Elementos que rápidamente hubieran demostrado la inocencia de mi defendido”, detalló.
También destacó que una hija de la denunciante convive con el denunciado, ahora prófugo, lo que no fue investigado por la Policía.
“Por eso es difícil entender cómo se comete un error de esta magnitud. Quizá en la urgencia de encontrar a alguien por un hecho denunciado hace dos años, para algunos todos los pibes de barrio son lo mismoy se cometen este tipo de cosas. Una verdadera injusticia”, opinó Hadad.
En tanto, remarcó que su defensa no concluirá hasta obtener el sobreseimiento total y definitivo de su cliente para que pueda hacer su vida con total normalidad y sin problemas. “Este chico tenía intenciones de ingresar al Ejército, por lo que el año pasado rindió y este año quiere volver a intentarlo, pero si surge un antecedente como este sería rechazado de plano. Por eso debemos conseguir el sobreseimiento total”, señaló.

La denuncia
Desde el momento de la detención, la esposa y los padres del joven trajinaron dependencias oficiales buscando justicia y hasta hicieron una investigación paralela que les permitió dar con la denunciante, quien desde un primer momento les expresó que el culpable era otro.
“Si detuvieron a alguien es porque se equivocaron de persona, porque mi hija sigue viviendo con Chuvi”, expresó Ana A.
Al respecto, Nélida Ferreyra, la madre del muchacho, mencionó que “con la mamá de la chica, el martes nos presentamos en la Comisaría de la Mujer para que le tomen declaración para aclarar que se equivocaron de persona, pero nos dijeron que no se puede y que tenemos que esperar lo que decida el juzgado. Es una locura, cometieron un error y no quieren reconocer”.
Por ello, el miércoles familiares y amigos del joven se manifestaron ante la Seccional Quinta -donde se hallaba detenido- en reclamo de la excarcelación.
Con relación a la acusación original, el 30 de noviembre de 2019 Eliana A. se presentó ante la Comisaría de la Mujerpara denunciar que desde los 11 años su hermana que entonces tenía 15 convivía con Gabriel “Chuvi” F., de profesión tarefero y a quien apenas cinco días antes habían denunciado por manosear a la hermanita menor de su pareja, una criatura de apenas 3 años.
Se especificó que el citado Chuviingresó a la casa de la madre de la menor, en Villa Blanquita, donde no sólo robó cosas de valor, sino que manoseó a la niñita, hecho que ese mismo día fue denunciado por otra hermana mayor de edad.
De todas formas, familia de la víctima nunca fue notificada de algún tipo de avance en el expediente, hasta que el último lunes, a instancias de la madre del joven, la progenitora de la menor se enteró que habían detenido a un sospechoso, aunque inmediatamente se dio cuenta de que se trataba de un error.

Figuras cuestionadas
Las críticas hacia el accionar de las autoridades de la Comisaría de Mujer de Oberá no son nuevas, aunque las implicancias de la detención de Neris Gabriel Ferreyra constituyen un escándalo sin precedentes.
“Para colmo, hasta el miércoles la jefa insistía con que mi hijo era el culpable de abuso y amenazas. Que era él, que ellos no se equivocaron, siendo que presentamos pruebas y la propia denunciante quiso aclarar, pero se negaron porque no querían reconocer su error”, reflexionó Nélida Ferreyra.
Además, se mostró firme en la intención de denunciar a los efectivos intervinientes “para que paguen por el error que cometieron. Mi hijo estuvo preso 17 días por un crimen que no cometió, para colmo el peor delito. No tiene nombre lo que hicieron”.
La paradoja del caso es que la segunda jefa de la Comisaría de la Mujer, quien apuntó la acusación hacia Ferreyra, es una de los trece imputados por el brutal homicidio de Hugo Miguel Wasyluk (38), causa que en noviembre se ventilará en juicio oral.
En tanto, la jefa de la dependencia es la esposa de uno de los tres principales acusados por el mismo hecho.