El ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, ratificó este martes la dura carta que envió días atrás a sus pares por la polémica elección del nuevo presidente el máximo tribunal, Horacio Rosatti. En este sentido, el juez sostuvo que él “nunca” se hubiera votado a sí mismo. De todas formas, intentó bajarle el tono al asunto al desestimar que haya una crisis en el órgano judicial.
En diálogo, Lorenzetti comparó lo sucedido hace cinco días en la votación del nuevo titular de la Corte con las críticas que recibió en 1993 el auto voto del expresidente del tribunal Julio Nazareno en una “mayoría automática menemista”, lo cual desató “una enorme crisis”. “En ese momento el doctor (Enrique) Petracci fijó una posición que luego nosotros consideramos la correcta”, contó el ministro.
En esta línea, y a modo de cuestionamiento hacia Rosatti, insistió: “Yo nunca me hubiera votado a mí mismo por más que seamos tres. Yo creo que eso no estuvo bien”. Aunque señaló que “respeta la idea de otro de votarse a sí mismo”, pero afirmó que no la comparte.
En alusión a la dura carta que envió a sus pares del tribunal, Lorenzetti remarcó la importancia que tenía “explicarle a la sociedad” su posición, aclarando que “no significa que no admita que existe otra posición” y que “no” impugnó “ni” pidió “la anulación de la designación de Rosatti”. En este sentido, subrayó que “no hay una crisis”. “Lo que hice fue sentar una posición», dijo.
De hecho, el juez se manifestó a favor de continuar con una metodología “colegiada” de funcionamiento en la Corte Suprema porque “hoy el presidente no tiene una facultad distinta de cualquiera de los otros miembros. Prácticamente es un integrante más”, consideró. Luego, retomó la idea de que el máximo tribunal “no hay una crisis” y que todos sus miembros coinciden en que “un cambio de presidente no va a tener un cambio de perfil” del órgano.
A partir de ello, Lorenzetti aseguró que, “para tranquilidad de la población”, la Corte Suprema “seguirá funcionando como viene funcionando”. “Tiene que tener templanza y seguridad, y cuidar los derechos de las personas”, remarcó, al tiempo que aclaró: “Entiendo que estas cuestiones, las disputas, son atractivas, pero fue circunstancial”, cerró el juez.