El «clan Martínez» fue desarticulado tras la aprehensión de su cabecilla, informaron los medios de Santa Cruz. El grueso de la marihuana iba por encomiendas.

En la ciudad de Río Gallegos, Santa Cruz, los conocían como «el clan Martínez», dos hermanos oriundos de la localidad de Montecarlo vinculados al envío de marihuana desde Misiones utilizando modalidades que iban desde el transporte en automóviles hasta encomiendas.

Las fuerzas federales de aquella provincia seguían de cerca sus pasos hasta que al final y por medio de distintas intervenciones a lo largo de tres años, fue detenido el misionero considerado cabecilla, logrando de esta manera desmantelar una aceitada organización dedicada no solo al transporte sino a la venta de estupefacientes.

El diario La Opinión Austral detalla en su edición de hoy que el detenido, de 36 años, posee un frondoso prontuario y que, en el pasado se había visto involucrado en una serie de delitos que van desde abusos de arma de fuego, hasta estafas y hechos de robo.

Da cuenta que fue investigado por las fuerzas de seguridad, tanto federales como provinciales, poco tiempo después de su llegada a Santa Cruz desde Misiones.

El martes fue interceptado por Gendarmería Nacional con tres ladrillos de marihuana dentro de una mochila que estaba en el habitáculo de su Peugeot 206. Horas después le hallaron unos quince kilos de la misma droga en un allanamiento en una casa emplazada en la calle Curupaity de aquella localidad.

Modus operandi

Cuenta el diario santacruceño que con el misionero tras las rejas se supo que no es la primera vez que estuvo involucrado en el tráfico de estupefacientes, sino que era el cabecilla de la banda que traía la droga junto a su hermano y otros dos secuaces.

De acuerdo a fuentes investigativas que le han seguido el rastro desde un tiempo a ésta parte, se estableció el modus operandi que utilizaba la banda. La droga llegaba a Santa Cruz por encomiendas y en vehículos particulares.

Se confirmó también que varios de los golpes al narcotráfico en Río Gallegos tenían a ésta organización como la que operaba desde atrás. El hermano y los secuaces de Martínez fueron detenidos pero el sindicado líder de la banda nunca caía.

Uno de los golpes que se registró Río Gallegos fue de 15 kilos de marihuana  encontrados dentro de muebles enviados desde Misiones que unos hombres fueron a retirar de una empresa de encomiendas. El procedimiento fue hecho por la Policía Federal en 2018 y cuatro integrantes de la banda quedaron detenidos en la Unidad 15 por el hecho.

Lo mismo ocurrió con un sijeto que también fue atrapado por la Federal cuando a principios de año retiró una encomienda misionera con cinco kilos de marihuana. También fue alojado en la prisión federal de Río Gallegos.

En febrero, un hermano Martínez fue alojado en la U15, tras retirar una encomienda con 15 kilos de marihuana del Correo Argentino. Ese procedimiento fue realizado por Gendarmería Nacional.

Mismo destino tuvo otro sujeto atrapado por las fuerzas de seguridad cuando fue a retirar una encomienda con droga en enero de este año.

Misma prisión

Ahora, los dos hermanos Martínez que operaban en el sur del país y sus cómplices están alojados en la misma prisión y, según fuentes investigativas consultadas por  La Opinión Austral, la línea de narcotráfico estaría desactivada.

El diario santacruceño remarca que Martínez fue interceptado el martes sobre la calle Alfonsín tras un procedimiento en la casa que usurpaba en el pasaje Suipacha. En esa vivienda no encontraron nada, sino que en la casa de la calle Curupaity, de un conocido del sindicado cabecilla es donde hallaron el grueso de la droga.

El único cabo que queda por atar es el paradero de Alan «El Topo», el hombre que estaba con el misionero en el auto y que se dio a la fuga a pie, tras dejar la cerveza a medio tomar dentro del habitáculo. Está desaparecido desde aquel día.