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Es muy probable que, si los empleadores no cambian y flexibilizan el modelo de trabajo presencial, se genere un mayor incremento de personas que se vuelquen al autoempleo.

Si la pandemia nos confirmó algo en el sector de los Recursos Humanos es que tenemos que revertir las maneras en las que trabajamos. Para cierto tipo de actividades donde no es imprescindible la presencialidad, la adopción forzada del trabajo de forma remota en el 2020 fue reveladora para los empleados, que empezaron a disfrutar de la flexibilidad del home office. Nuestra coyuntura actual sugiere que el futuro del trabajo será híbrido, pero el tema continúa siendo polémico, con posturas variadas, legislación laboral que quedará obsoleta y negocios que tienen visiones opuestas.

Para cuando la pandemia se alivie y las ciudades de todo el mundo “reabran”, muchos sectores están contemplando cómo pueden traer de nuevo al equipo a las oficinas. Sin embargo, proponer esto justo cuando las personas logran un acostumbramiento a cierto nivel de libertad y autonomía, una revolución de la fuerza de trabajo puede estar a la vuelta de la esquina.

En este sentido nos preguntamos: ¿Estamos listos para volver a la jornada completa en las oficinas? No se puede escapar al factor de que una alta proporción de trabajadores no tiene la intención de un retorno full time a las oficinas. Si bien, trabajar desde los escritorios de los dormitorios, mesas de la cocina y tablas de planchar puede no ser ideal, lo cierto es que muchas personas disfrutaron la flexibilidad del trabajo en el hogar. No obstante, probablemente haya un gran número de empresas que mantienen la esperanza de un retorno a los hábitos de trabajo pre-pandemia, pero ¿por qué?

Quienes defienden el regreso a las oficinas, enfatizan en que la creatividad y la colaboración se pierden cuando se trabaja desde casa, con buenos recuerdos de momentos de conversaciones informales, o aprendiendo a través de ósmosis y compartiendo ideas en el espacio de trabajo. Otros sostienen la visión de que el trabajo remoto simplemente no es adecuado para ciertas industrias.

Con aproximadamente dos tercios de trabajadores esperando un enfoque más flexible para el trabajo, está claro que la gente valora la autonomía recibida gracias al trabajo remoto. Aquellos empleadores que se nieguen a adaptarse a los modelos de trabajo más laxos, probablemente vean una amplia cantidad de empleados que terminen por alejarse. Justamente, una de las soluciones para percibir un continuo nivel de flexibilidad, es una de las más viejas: ser su propio jefe.

Lo cierto es que, como suele decirse, “los extremos no son buenos” es por ello por lo que, seguramente con el transcurso del tiempo, aprenderemos a crear “nueva cultura” y nos acostumbraremos a trabajar de manera mixta, logrando aprovechar lo mejor de cada una de las modalidades de trabajo.

Por otro lado, con una de cada cinco personas apuntando a transformarse en su propio jefe hacia el 2025, estamos en la cúspide de otra revolución del lugar de trabajo. Si bien a los freelancers les faltan los beneficios de quienes trabajan en relación de dependencia, pueden ser mucho más libres en su trabajo, determinar sus propias condiciones laborales, horarios, los proyectos que llevan adelante; y también su locación.

La pandemia destrozó nociones pre existentes de trabajo, provocando que los negocios reevalúen la manera que ellos atraen el talento, así como también los beneficios que cada compañía ofrece. El trabajo flexible es una nueva manera de contratar a los talentos; no solo aquí, sino que también brinda la posibilidad de contratar equipo en ubicaciones diversas que simplemente no eran posibles antes de la pandemia.También, como se ha mencionado, la legislación deberá adaptarse rápidamente para cubrir una realidad que cada vez se hace más palpable.

El personal ha logrado que los empleadores deban considerar su visión acerca del lugar y la forma de trabajar en la post pandemia, y es momento de que los empleadores se sienten y presten atención a esos pedidos. Es muy probable que, si los empleadores no cambian y flexibilizan el modelo de trabajo presencial, se genere un mayor incremento de personas que se vuelquen al autoempleo y el próximo año puede que sea el inicio de dichos cambios.