Por el avanzado estado de descomposición del cuerpo la autopsia no halló signos externos de violencia, como ser asfixia.
Mientras la Policía continúa tras los pasos del presunto femicida de Analía Pamela Torres (22), el examen forense realizado en la Morgue Judicial de Posadas no logró determinar la causa específica del deceso.
Según se averiguó, debido al avanzado estado de descomposición del cuerpo la autopsia no halló signos externos de violencia, como ser asfixia o sofocación.
En consecuencia, por el momento la causa de la muerte es “indeterminada” para los médicos legistas y la Justicia deberá seguir investigando.
En tanto, tal como se infirmó desde un primer momento, para la Policía existen indicios para sospechar de un asesinato y las principales sospechas recaen sobre Alejandro M. de B. (21), ex pareja de la víctima.
Precisamente, el pasado miércoles por la noche el joven fue visto por última vez con Torres en el inquilinato de calle Concordia, en Oberá. Luego los vecinos no los volvieron a ver, hasta que el sábado por la mañana avisaron al 911 que desde la pieza que ambos compartían emanaba un olor insoportable.
Al arribar al lugar, los uniformados constataron que la puerta de acceso estaba cerrada desde afuera con un candado.
También corroboraron que la pareja de la joven posee antecedentes por delitos contra la propiedad y es oriundo de Puerto Rosario, municipio de Florentino Ameghino.
En consecuencia, desde el fin de semana la búsqueda del sospechoso se enfocó en la costa del río Uruguay, en Puerto Rosario, aunque hasta el momento los investigadores no habían logrado ubicar al posible implicado.
Incluso, trascendió que el jueves lo vieron a bordo de un caico (bote de madera a remos) y que podría haber cruzado el Uruguay de manera ilegal para dirigirse a la casa de una abuela en Vera Cruz, Brasil.
La víctima tenía una hija de cinco años que está siendo criada por sus abuelos paternos.
Un vecino del inquilinato mencionó que la pareja fue vista por última vez el miércoles, lo que coincide con la data de muerte de la joven, es decir tres días antes de que el cadáver fuera hallado.