Aseguran que faltan residencias habilitadas y cuidadores para hacer frente a la gran demanda de ingresos.
En lo que va del año, la Dirección de Gerontología de Misiones recibió ocho casos de oficios por abandono, maltrato y desalojo de adultos mayores. “Los ayudamos con asistencia psicosocial pero muchas veces no podemos ingresarlos a los geriátricos porque no tenemos lugar”, dijo la directora de Gerontología del Ministerio de Salud Pública de Misiones, Mirta Soria.
Igualmente, aclaró que dos de esos pedidos “fueron asistidos por una trabajadora social y psicóloga que notaron que los adultos mayores estaban bien y no era una situación de violencia. Sólo requería de algunas visitas para controlar la situación”.
Sufrieron maltrato
Según Soria, hay dos causas principales por las que un adulto mayor se interna en una residencia. La primera (y más común) se da en situaciones en que “por sus patologías necesitan ser asistidos las 24 horas y muchas veces los familiares no pueden hacerlo. Tienen mucho trabajo, hijos u otras responsabilidades, entonces llega un momento en que se cansan, sienten que no pueden más y no reciben ayuda desde el Estado u obras sociales. Ahí empiezan los actos de violencia dentro del hogar”, explicó.
También “hay casos en que los adultos mayores deciden ir por decisión propia a las residencias. Ya sea por cuestiones de seguridad o porque se sienten muy solos”, dijo. En este sentido, contó que “hace poco se internó una señora que estaba en muy buena posición económica, pero sufrió robos, entonces prefirió ir a una residencia por su seguridad”.
En cualquiera de estos casos, “lo que exigimos por ley es el pedido formal de internación geriátrica por parte del médico de cabecera y el acta de consentimiento firmada por las personas mayores”.
Hay muchos pedidos
El año pasado los ingresos a las residencias estuvieron restringidos debido a la pandemia. A pesar de que este año se retomaron los ingresos, “se les exigió que estén vacunados y que vengan con certificado médico de su estado de salud que demuestre que no tenga enfermedades infecto contagiosas”, dijo Soria.
En cuanto a la cantidad de nuevos residentes, la directora de Gerontología no brindó una cifra específica, pero aseguró que “se dan pocos ingresos por año. No porque falte demanda, sino porque la oferta de residencias es muy escasa. No hay disponibilidad: la demanda es mucha pero los lugares habilitados son pocos y no hay respuesta para los nuevos residentes”.
La funcionaria subrayó que “las internaciones en las residencias son de larga estadía y para que haya lugar tiene que haber un alta por óbito o porque se encuentran en mejores condiciones, y eso no se da mucho. Por eso, no hay ingresos porque no se producen vacantes”. Actualmente hay 15 residencias habilitadas en toda la provincia, según datos brindados por Soria.
“También tenemos conocimiento de otros lugares municipales que tienen la buena voluntad de albergar adultos mayores en estado de vulnerabilidad pero que no cumplen con toda la normativa, entonces, a pesar de que los monitoreamos desde la Dirección, no están habilitados”, señaló.
También contó que “hay muchos casos de residencias que no están habilitadas porque las exigencias que deben cumplir son demasiadas y no pueden seguirlas porque su ingreso económico no es suficiente”.
Finalmente, se refirió a las obras sociales: “queremos que tengan contemplado el tema de los cuidadores domiciliarios o de enfermería y que sean bien pagos porque no damos abasto en las residencias. El PAMI tiene cuidadores, pero les pagan muy poco: les dan una especie de subsidio y son los tutores a cargo de la persona mayor quienes agregan una suma extra de dinero, pero no siempre sucede”.
Internación geriátrica
“Con el pedido de internación geriátrica del médico de cabecera, el adulto mayor se presenta a su obra social y se ve la disponibilidad de lugares para derivarlos. En estos momentos, la mayoría están con su capacidad máxima”.
70%
de los adultos mayores en residencias tienen la tercera dosis. “Faltan porque esperamos el consentimiento del familiar”, aclaró.