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Estará situada en el kilómetro 1 del barrio Elena de Eldorado y tiene como objetivo “rescatar a niños y niñas que abandonaron el sistema educativo”.

La puesta en funcionamiento de la recién creada Escuela de la Familia Agrícola (EFA) en el barrio Elena de Eldorado, todavía parece un sueño para Mirtha Fuga y Liliana Bandera, docentes que mediante un té bingo solidario luchan por conseguir recursos para levantar el aula donde funcionará la EFA 619.

Para lograr su cometido, ambas maestras recorrieron el barrio y realizaron a pulmón un conteo casa por casa de la cantidad de niños, niñas y adolescentes que quedaron por fuera del sistema educativo. Realidad que crudamente choca a muchas personas de zonas rurales de Misiones y el resto del país, por iniciarse prematuramente en el mundo del trabajo o por no tener medios para asistir a una escuela, muchas veces a kilómetros de sus casas.

Mirtha Fuga contó que hasta el momento hay 30 inscriptos, en su mayoría niños y niñas que han abandonado el sistema educativo en séptimo grado, que sus familias se dedican a la venta y producción de alimentos y que dejaron la escuela por las largas distancias.

Es por eso que se apunta iniciar las clases ya en el ciclo lectivo 2022 para enseñarles a los chicos a “revalorizar el trabajo en la tierra” como destacó la maestra, y también acompañar a las familias productoras de la zona.

Si bien ya cuentan con la resolución del Servicio Provincial de Enseñanza Privada de Misiones (SPEPM), ambas docentes con el apoyo del intendente Fabio Martínez y la diputada provincial María Cristina Bandera, siguen en campaña de reunir recursos para construir las aulas.

Necesidad y aceptación

La posibilidad de contar con una escuela en el barrio y darles a los chicos la oportunidad de regresar a clases, hizo de la EFA 619 un proyecto de gran aceptación en la comunidad de padres de la zona. “Hemos recibido consultas de personas que quieren retomar sus estudios y que tienen más de 20 años”, destacó Fuga.

Asimismo, debido a la gran demanda escolar, la docente explicó que la matrícula seguirá creciendo y que se espera iniciar el ciclo lectivo 2022 con dos primeros años de aproximadamente 30 alumnos cada curso, ya que el barrio es un “semillero de niños fuera del sistema educativo”.

Por otro lado, si bien las condiciones del barrio están mejorando, se trata de una zona “muy grande y muy precaria”, que se gestó hace aproximadamente 20 años y donde habitan, además de los colonos, familias de procedencia brasilera y paraguaya, haciendo de éste un conglomerado cultural.

Otra de las grandes problemáticas que se está tratando de paliar mediante la gestión del intendente es la situación hídrica del barrio que, si bien ya accede a agua potable, hasta hace poco se valía del uso de camiones cisterna.