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El entendimiento final con el organismo apunta a lograr una estabilidad cambiaria y una reducción progresiva del déficit fiscal, pero no prevé una reforma previsional

El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, cerraron el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), informaron durante la tarde de ayer fuentes oficiales, tras lo cual el organismo multilateral publicó la confirmación en su página web.

El entendimiento, cerrado por el presidente y el ministro de Economía será elevado al Congreso e incluirá como anexos la totalidad de los documentos que conforman el acuerdo.

El lunes, el ministro de Economía, Martín Guzmán, y otros funcionarios del Ejecutivo nacional expondrán ante la comisión de Presupuesto y Hacienda en el Congreso de la Nación, mientras que el martes será el turno de los representantes de los sindicatos y el sector empresario.

Este nuevo programa viene a reemplazar “el fallido programa Stand By acordado en 2018, por un nuevo programa de Facilidades Extendidas”, informó el comunicado del Ministerio de Economía.

Minutos después del anuncio realizado por el gobierno, el FMI también salió a confirmar el entendimiento, al que calificó de “pragmático y realista”.

El Palacio de Hacienda sostuvo que “el nuevo programa busca seguir generando condiciones de estabilidad necesarias para abordar los desafíos estructurales existentes y fortalecer las bases para un crecimiento sostenible e inclusivo”.

“El acuerdo alcanzado se basa en lo que se conoce como Servicio Ampliado del FMI (Acuerdo de Facilidades Extendidas; EFF, por sus siglas en inglés) que incluye 10 revisiones que se realizarán de manera trimestral durante dos años y medio. El primer desembolso se realizará luego de la aprobación del programa por parte del directorio del FMI. El resto de los desembolsos se hará luego de completarse cada revisión. El período de repago de cada desembolso es de 10 años, con un período de gracia de 4 años y medio, lo que implica comenzar a pagar la deuda a partir de 2026 y hasta 2034”, detalló la cartera que conduce Martín Guzmán.

Necesidades y desafíos

Aseguró que el acuerdo alcanzado, logrado tras más de un año y medio de negociaciones, contempla “la importancia de alcanzar un programa acorde a las necesidades y desafíos de la Argentina y que no implique una inhibición en la recuperación económica”.

“En este sentido, hay coincidencia en que la inflación es un fenómeno multicausal -siendo uno de los principales desafíos de la política macroeconómica- que debe ser abordado desde un enfoque integral. La condición necesaria para consolidar la desinflación es mantener un proceso de acumulación de reservas que le otorgará al Estado mayor autonomía en la ejecución de políticas públicas”, señalaron.

A lo que agregaron que “el programa refuerza el compromiso de estabilidad cambiaria, descartando movimientos bruscos y estableciendo que la administración cambiaria buscará asegurar la compatibilidad a mediano plazo del tipo de cambio real con el objetivo de acumulación de reservas”.

“Al mismo tiempo, se avanzará en una consolidación fiscal progresiva que reduzca el déficit fiscal, en el marco de la recuperación de la actividad económica y una reducción gradual del financiamiento monetario del mismo, así como también de un marco de implementación de la política monetaria que redunde en tasas de interés reales positivas para fortalecer la demanda de activos en pesos.

También remarcaron que “el acuerdo con el FMI no prevé ninguna reforma previsional”.

Por otra parte, el gobierno anunció cómo se moverán las tarifas de los servicios públicos de luz y gas en 2022 y 2023, en función de lo acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El 10 por ciento de los hogares de mayor poder adquisitivo tendrá fuertes aumentos porque dejarán de percibir subsidios, mientras que la población que actualmente recibe tarifa social enfrentará este año un aumento del orden del 21 por ciento. El resto tendrá subas del 42 por ciento. Los incrementos se definen de acuerdo a la aplicación de un porcentaje sobre el coeficiente de variación salarial del año anterior.


Una jornada financiera muy positiva

En una plaza financiera ávida de noticias favorables, la reacción inmediata a la oficialización del acuerdo con el FMI fue la de la continuidad de la caída para el dólar blue -y su brecha con el dólar oficial- y una nueva suba de precios para las acciones. El dólar libre bajó dos pesos, a $204, su precio más bajo desde que empezó el año. La brecha cambiaria con el dólar oficial se acortó así al 88,8% y es la más estrecha en cuatro meses y medio, desde el 86,9% del 18 de octubre. En ese marco, las acciones y los bonos también se repusieron: el panel líder S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires cerró con una ganancia de 1,5%, en los 91.558 puntos. Para la deuda soberana la suerte tamibén cambió. Los Globales, que llegaron a caer 1% en promedio por la mañana , terminaron en equilibrio. El riesgo país argentino se ubicó en 1.852 puntos básicos.