El reclamo se hizo público este martes. Se trata de un grupo de padres y madres de otra escuela especial que está funcionando en La Fraternidad, a la espera de la construcción de un nuevo edificio, que se encuentra postergada.
Miembros de la comunidad educativa de una Escuela Especial 4 que funciona dentro de la Escuela La Fraternidad nº 4 (ubicada en calle Salta entre 25 de Mayo y General Paz), solicitaron públicamente que les permitan ingresar en el establecimiento mientras esperan a sus hijos, o que, al menos, les dejen usar el baño del inmueble. Concretamente, señalaron que las autoridades escolares no permiten el ingreso de los tutores al inmueble cuando aguardan a sus hijos con discapacidad.

En diálogo con Elisa Delfina Martínez, la abuela de un alumno que concurre momentáneamente a La Fraternidad, contó lo que viene sucediendo con los tutores de chicos de la Escuela Especial 4. El acceso al agua potable y a los baños en La Fraternidad 4 “es lo que necesitamos. Nosotros tenemos el edificio de la Escuela (Especial 4) que funciona en 25 de Mayo y Tucumán. Y ahora están en la Escuela prestada, en La Fraternidad nº 4. Lo que queremos es que nos accedan el baño”, comentó.
“Si no nos van a terminar la escuela, por lo menos, que la directora (de La Fraternidad) sea un poquito más sensible y nosotros que somos madres de los chicos especiales de la escuela que está funcionando ahí, que nos prestarno el edificio, queremos que nos accedan al baño. Ya que nos cortaron la canilla. El año pasado teníamos una canilla en el patio este año no tenemos nada”, detalló Martínez.

Un pedido de mayor sensibilidad para con los tutores de chicos especiales
En esta línea, la mujer explicó que deben acompañar a sus hijos mientras están en la escuela especial, por cualquier emergencia o eventualidad. “Mi nieto tiene hiperactividad, hay chicos con síndrome de Down. Son chicos que no podemos dejar. En cualquier momento, las maestras nos llaman. Hay chicos que están en silla de ruedas, que están media hora o una hora”, confió la mujer.
Respecto de las labores en el edificio de la Escuela Especial 4, Martínez comentó: “Todavía no se terminó. Siguen refaccionando. El año pasado nos dijeron que a mitad de año por ahí íbamos a estar. Después vino la pandemia. Ahora no nos informan y nos dicen ‘no sabemos qué pasa’. Necesitamos el edificio”, insistió la abuela, quien añadió que trabajan con sus hijos con discapacidad mientras están en la escuela.