Comerciantes de carnicería y pescadería admiten que sufrieron aumentos en lo que va de Agosto y que el consumo se desplomó en Posadas. En tanto, en una pollería, sostienen que el consumo aumentó, pero gracias “a los hermanos paraguayos, que no compran poco”
Los precios de los cortes cárnicos continúan subiendo merced a un proceso inflacionario sin control, con estimaciones de un piso del 90% para el presente año. En ese contexto, hablamos con tres comerciantes, de los rubros de carnicería, pollería y pescadería, quienes confirmaron que hubo incrementos entre las últimas semanas de Julio y las primeras de Agosto.
En carnicerías y pescaderías, según la experiencia práctica de los entrevistados Hugo Metrechen y Juan Montejano, el consumo de desplomó en el último tiempo, aunque con matices: mientras Metrechen sostiene que en carnicerías y panaderías se mantiene un consumo diario en términos de facturación, cayendo los volúmenes de la carne vendida, Montejano habló de una reposición de pescados cada vez más infrecuente y con menores cantidades.
Al contrario de estos casos, Américo Rocha, el propietario de una pollería, consideró que pese a los incrementos –del orden del 15% a principios de Agosto– el consumo se incrementó. Aunque aclaró que en esto, mucho tienen que ver compradores paraguayos que cargan combustible frente a su comercio y aprovechan para comprar pollos en grandes cantidades, antes de retornar a su país.
Rocha, contó al Móvil de MisionesCuatro que “la semana pasada hubo un aumento de los cortes, pechuga y cuartos, pero el pollo entero se mantiene. Fue un aumento del 15% en la pechuga y los productos elaborados, embutidos, medallones”, dijo el comerciante.
“La demanda se mantiene y con los hermanos paraguayos, tengo que reforzar. Enfrente tengo una estación de servicio y aprovechan y vienen. Y no compran poco”, resaltó el comerciante, añadiendo que “inclusive la demanda aumenta”.
“Dentro de todo, el pollo es lo más accesible”, dijo Rocha. Y mencionó algunos precios: $350 la alita de pollo, $370 el kilo de pollo entero, $300 el cuarto congelado y $800 el filete de pechuga. Además, en esta pollería, el kilo de milanesas de pollo llega a los $750 y “$600, el kilo de molida de pechuga, sin grasa”.
Por su parte, Hugo Metrechen, graficó la realidad del rubro, centrándose en los aumentos y la caída del consumo en cantidad de producto. Hubo un incremento bajo, del 3% en todo lo que sea carne vacuna. El cerdo subió un 5% a partir del 1 de Agosto. Y el último incremento fue hace 25 días. Pero hace 30 – 45 días sufrimos cuatro aumentos en 15 días”, detalló Metrechen.
“Nuestro rubro es el más castigado. Carnicería y panadería se consumen diariamente y por más que (el aumento sea leve), se siente. En la diaria se siente, vienen con la misma plata”, puntualizó el comerciante.
Asimismo, Metrechen reveló que están notando que “viene en baja el efectivo: pagan con débito, crédito, y buscan bonificaciones de las aplicaciones como Mercado Pago, Yacaré…”, sostuvo.
En cuanto a los precios, Metrechen hizo un repaso: la carne molida común cuesta $920, la especial $1170, la paleta $870 y la aguja $850. Después está la nalga y cuadril a $1320. Y los cortes parrilleros, novillito de primera de Buenos Aires o Santa Fe a $1330, y el kilo de vacío $1350”, dijo el comerciante.
A su tiempo, Juan Montejano, propietario de una pescadería, admitió incrementos en los precios, aunque sin precisar un momento en el que se dieron los aumentos. “Me están proveyendo de Entre Ríos, el sábalo pasó de $450 a $550. El bagre cuesta $750, la boga $1200 y el filete de merluza $1200”, indicó.
En cuanto al consumo, Montejano explicó que, dado a que tienen muchos años en el rubro, “la gente sabe dónde buscarnos. Una molida de pescado a $650 es más barata que la carne, (y los consumidores) optan por hacer empanadas de pescado”, detalló.
Sin embargo, Montejano dejó en claro que “bajó muchísimo el consumo. Normalmente nos bajaban pescado cada 2 semanas y ahora una vez por mes. Y se bajan menos kilos”, concluyó.