Eduardo Flores (27), arquero principal del club, fue detenido ayer en Villa Sarita por amenazas contra su pareja y hermana
A poco más de tres meses de la detención de un jugador de Guaraní Antonio Franco por agredir a golpes a su pareja en la chacra 236, de la capital provincial, ayer otro arquero del mismo club volvió a ser noticia por un episodio de violencia de género.
Se trata de Eduardo Flores (27), arquero del primer equipo de La Franja y que de acuerdo a los datos policiales fue denunciado por amenazas por su pareja y por su propia hermana luego de un entredicho protagonizado ayer por la mañana por el jugador en su departamento de Villa Sarita.
En relación a este último episodio, fuentes policiales consultadas indicaron que el incidente se produjo cerca de las 5.30 cuando Flores regresó al edificio de la calle Ivanovski, en donde reside, a pocos metros de la cancha del club.
En ese momento, y de acuerdo a la presentación hecha ante la Policía por las denunciantes, el guardametas profirió insultos y amenazas de muerte hacia su hermana, de 22 años, y a su concubina, de 35.
Ambas se encontraban en el departamento y según la denuncia Flores habría intentado lesionarlas.
Efectivos de la Seccional Primera de Policía tomaron conocimiento del hecho luego de que una vecina del mismo edificio, al escuchar los gritos de las víctimas, llamara al 911 para denunciar lo que estaba ocurriendo en ese momento.
Las fuentes consultadas precisaron que cuando los uniformados arribaron al lugar, el propio jugador se mostró poco colaborativo e incluso intentó agredir a los efectivos.
Sin embargo, de inmediato fue reducido y trasladado a la dependencia policial que tiene la jurisdicción en Villa Sarita, no sin antes ser examinado por el médico policial.
Luego se tomó declaración testimonial a la pareja del jugador, quien relató los pormenores del hecho y en el cual tomó intervención el Juzgado de Instrucción Tres de Posadas, a cargo del juez Fernando Verón, quien instruye un sumario por amenazas.
Además, trascendió que se dio participación a la Dirección de Asuntos de Familia y Género que junto al Juzgado de Violencia Familiar Dos también tomaron cartas en el asunto.
Flores fue titular el domingo en la última presentación del primer equipo de Guaraní. El resultado fue 3 a 0 para el elenco franjeado ante Independiente de Apóstoles y que clasificó al primero a la semifinal del Torneo Provincial.
Antecedente cercano
El pasado 3 de mayo, luego de un operativo de la Policía de Misiones en la chacra 236 de Posadas, Rodrigo Ríos (26), quien hasta ese entonces se desempeñaba como uno de los arqueros de la reserva de Guaraní, fue detenido por atacar a golpes a su pareja.
El caso tuvo además gran repercusión en la red social Twitter donde a través de un hilo, el músico y gamer posadeño Lucas Brizuela contó que junto a otras personas “prácticamente salvamos la vida de una piba”, dando cuenta de que la violencia comenzó en el interior de una vivienda y continuó en un centro de salud de la capital.
En dicha oportunidad, efectivos de la Comisaría Séptima fueron alertados a través del 911 debido a que frente a un Centro de Atención Primaria de la Salud (Caps) de la chacra 236 había un joven violento, alterado y agrediendo a su concubina y a quienes intentaron socorrerla.
Aunque al verse superado en número por las personas que salieron a socorrer a su pareja, el jugador huyó del lugar. Por ese motivo, tras dialogar con la víctima y que ésta recibiera atención médica, la Policía se dirigió al domicilio del agresor y obtuvo la autorización de su propia madre para ingresar y aprehender al joven. Desde ese momento quedó a disposición por varias semanas del Juzgado de Instrucción Siete hasta que luego dispuso su liberación supeditado a la causa.
En su publicación el usuario @LucasBrizu contó detalles de su intervención junto a otro hombre que, al igual que él, decidió involucrarse: “Prácticamente le salvamos la vida a una piba en Posadas”.
En los distintos posteos dio detalles de lo que sucedió, de los gritos y pedidos de auxilio que se escuchaban desde la calle y cuestionó que alrededor de 20 personas estaban detenidas, algunas filmando con sus teléfonos celulares, pero nadie intervino para ayudar a la víctima.
Después de ingresar a la propiedad “lo empujamos al piso y salimos rápido a la calle. Me di cuenta que sólo uno de todos los pibes detrás nuestro entró a ayudar, pero ni bien intentamos separar al tipo de la mina creo que se fue”, contó y añadió que “ayudamos a la piba a sentarse en la vereda, estaba aterrada. Y vi de cerca como estaba, golpes, cortes y raspones en los brazos y hombros, porque antes que yo llegue ya la había arrastrado por la calle”.
Posterior a eso, refirió que “el tipo después salió con un hierro en la mano a tratar de golpear a quien sea, por suerte los que ligamos algo solo fue leve. Incluso entró al Caps de enfrente donde estaban las enfermeras y golpeó a alguien”.