En el último monitoreo no hubo aumento de población y eso alarmó a especialistas de Brasil y Argentina, que ahora encaran en conjunto este trabajo de investigación

Arrancó en la última semana un monitoreo de población de yaguaretés que habitan en el corredor verde que comparten Argentina y Brasil y que pasa por la parte central y el Norte de la provincia de Misiones. El estudio, que se realiza cada dos años, pretende obtener información sobre el número actualizado de esta especie.

El trabajo es encarado por la Fundación Proyecto Yaguareté y el Projeto Onças do Iguaçu, del vecino país. El dato que se obtenga será clave para saber si la cantidad de felinos se mantiene, subió o bajó. En ese marco, los responsables de la investigación adelantaron que la alarma ya se encendió en el último censo dado que por primera vez en 15 años no se detectaron nuevos ejemplares.

“Para el Corredor Verde de Misiones, que es este espacio de selva que compartimos desde Iguazú hasta Yabotí y Salto Encantado y traspasa la frontera al Parque del Turvo y el Parque do Iguaçu, en Brasil, todo ese lugar debiera tener unos 250 habitantes por el límite de hábitat disponible para ellos. Y en la última muestra registramos entre 76 y 106 individuos, fue la única vez desde 2005, cuando empezamos este relevamiento, que no aumentó el número”, explicó Martín Tinari, responsable de Comunicación y Educación Ambiental de Proyecto Yaguareté, sobre por qué se activaron las alertas.

“Desde 2005 a 2018, cada dos años que hacemos el relevamiento iban apareciendo un poco más y esa última vez eso no pasó, entonces fue una alarma. Es posible que se haya estancado el crecimiento o es posible que se haya reducido un poco, entonces el muestreo de este año es muy importante por ese dato, si se sigue esa tendencia de un estancamiento o en el peor de los casos que nos enteremos que se está reduciendo el número”, agregó al respecto.

Para los especialistas, este relevamiento tiene vital importancia, dado que es “la primera vez que vemos que no hay crecimiento”.

Trabajo

Para realizar el trabajo, distintos equipos locales y brasileños estarán durante tres meses trabajando en la selva paranaense instalando y moviendo cámaras para detectar a los felinos.

“El último monitoreo fue en la temporada 2020-2021 y en este caso toca realizarlo de nuevo. Arrancamos la semana pasada y lo hacemos en conjunto con el Projeto Onças do Iguaçu que es un equipo de investigadores brasileños. Nosotros trabajamos en el Norte de Misiones y ellos en el Sur de Brasil y lo hacemos juntos porque es la misma población de jaguares la que se mueve por esas zonas”, dijo Tinari.

Es que muchas veces al felino que se identifica del lado argentino se lo observa en la misma jornada del lado brasileño.

“Ellos se mueven mucho, entonces conviene por un tema científico tener el número total de la zona. Y este número nos sirve no sólo a nosotros sino también a muchas otras instituciones, como ONG y gobiernos que toman en cuenta estos datos para determinar el éxito de las acciones de conservación que van implementando”, señaló el especialista.

“De alguna manera es como una foto de la calidad de las acciones para la conservación del yaguareté que se hace en áreas protegidas o la conservación que se realiza dentro de ellas”, indicó.

Más de 200 estaciones

Para la labor se disponen cámaras en 250 estaciones de muestreo distintas en la selva, dos dispositivos por punto.

“Se van instalando, se desinstalan y se ponen en otro lado 250 veces. Esto saca fotografías automáticamente, se dejan en cada lugar unas dos semanas y se vuelve a ver si está bien la batería y la tarjeta de memoria y si es necesario, se sigue dejando en el mismo lugar”, detalló.

Luego de los tres meses de trabajo en campo inicia la inspección de las imágenes, que demora un año más.

“Se registra cada una de las fotos que se etiquetan, se ve qué animal apareció, se califican y después se van contando los yaguaretés. Una característica que tienen estos animales es que tienen manchas distintas entre sí. Nosotros lo que hacemos es elegir alguna de esas manchas identificatorias y le vamos poniendo nombres. Muchos años aparecen bichos que ya conocemos de años anteriores y en otras ocasiones aparecen nuevos. Entonces, les colocamos nombres, identificamos a cada uno para no contar dos veces al mismo. Así, con varios cálculos que tienen que ver con probabilística se va contando cuál es más o menos el rango exacto de individuos que hay en una zona”, precisó.

Una vez que todos los datos sean procesados, además de darle difusión pública, se entregarán tanto al gobierno provincial como al nacional.

“Tienen que tener registro -sostuvo Tinari- porque es una especie que está declarada monumento natural por ley y es responsabilidad del estado que esté bien la población del yaguareté. Si disminuye o hay un problema que va empeorando requiere sí o sí de acciones inmediatas y urgentes”.

“Por eso es necesario tener el número exacto de individuos, por la importancia de la especie en los ecosistemas. A diferencia de cualquier otra especie, ser monumento es el máximo nivel de compromiso por parte del estado para la conservación. Por eso es importante saber el dato. Pero no sólo para el Estado sino también para las instituciones como Fundación Vida Silvestre, que es uno de nuestros aliados que colabora con los monitoreos y sostiene nuestra tarea”, finalizó.