Testigos señalaron que vieron a un hombre correr por la avenida y un Renault Clío que presuntamente lo perseguía. La víctima, Emanuel Salina (30), se levantó, trastabilló y cayó al arroyo La Chancha. La conductora huyó pero la ubicaron.
Un hombre de 30 años murió en la noche del sábado, luego que fuera embestido por un taxi y terminara junto al cauce del arroyo La Chancha. En principio se investiga el caso como un siniestro vial en el que la persona que conducía se dio a la fuga, pero no se descarta que esto gire a un hecho intencional de atropellamiento.
Minutos antes de las 22, un alerta al 911 avisó que en la intersección de la avenida Martín Fierro y 115 una persona había caído al arroyo luego de que un taxi que doblaba en la intersección lo embistiera.
Una ambulancia llegó al sitio y constató el deceso de Emanuel Salina, conocido vecino del barrio San Gerardo. Personal de la División Rescates Complejos extrajo el cuerpo del barranco de aproximadamente 3 metros.
Personal médico certificó que presentaba lesiones desgarrantes que dejaron al descubierto el hueso del pómulo y la órbita ocular izquierda. El juez Fernando Verón ordenó que el cuerpo fuera trasladado a la morgue judicial para la correspondiente autopsia.
Personal de la seccional Sexta comenzó con las averiguaciones del hecho y pudo identificar a dos testigos que, en su declaración informativa, señalaron que salían de hacer compras y observaron a una persona que corría por la avenida 115 hacia el norte e inmediatamente detrás un Renault Clío al que identificaron con los colores de un taxi y que cuando giró para doblar por Martín Fierro hacia el oeste se llevó por delante a la persona antes de darse a la fuga. El herido alcanzó a levantarse, pero cayó hacia el lado del arroyo.
Con las características descritas, y principalmente con el número de patente, la Policía inició un operativo cerrojo para dar con el automóvil, hasta que lo ubicaron estacionado en una vivienda sobre la avenida 115.
Los efectivos preservaron el sitio y aguardaron la presencia del magistrado. Levantaron huellas, puesto que, según revelaron fuentes a este Diario, Salina habría intentado sustraer elementos del taxi, precipitándose luego los acontecimientos.
Quien conducía el vehículo de alquiler resultó ser su propietaria, una joven de 29 años. El auto fue secuestrado para las pericias de rigor, mientras que la dueña fue notificada de la investigación que hasta ayer por la noche era por el delito de “lesiones dolosas”. No obstante, no se descartaba que con las pruebas recabadas pudiera llegar a cambiar la carátula por una imputación más grave.
Precisamente a medida que pasaron las horas los pesquisas recabaron más testimonios de vecinos y material fílmico de cámaras de seguridad de la zona. Tanto las versiones como las imágenes que obtuvieron habrían vinculado a la víctima con el taxi, con quien lo conducía y con el lugar donde ocurrió el hecho.
El juez aguardaba el resultado de la autopsia para dictar nuevas medidas.