El comportamiento del vector y el virus es cíclico cada cierto período de tiempo. La situación que se vive ahora en Centroamérica sería la antesala para esta región

Las condiciones climáticas y biológicas contribuyen a que el vector y el virus del dengue tengan un comportamiento cíclico. Cada tres o cuatro años los contagios se incrementan y este verano podría darse el tiempo para que la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti tenga un repunte. Este mes, en pleno período interepidémico, arrancó en el país la temporada 2022-2023 y con ello el monitoreo del vector.

Como espejo de la situación y en pleno verano en el Hemisferio Norte, países como Cuba y México viven por estas semanas brotes de la patología, y en esta región donde el invierno fue casi nulo este año las circunstancias para que se den los casos se ven aumentadas. Aunque los especialistas aclaran que para saber qué pasará sí o sí hay que esperar a llegar a la temporada estival y a la aparición de los primeros contagios, mientras, toca limpiar y eliminar cualquier recipiente que pueda servir de criadero.

“Ahora están bastante complicados en Centroamérica y uno esperaría que acá pase lo mismo, pero a priori no se puede determinar si va a ser un año muy epidémico o con baja cantidad de casos”, explicó Manuel Espinosa, biólogo y responsable del área de Enfermedades Transmitidas por Mosquitos en la Fundación Mundo Sano.

De darse este escenario, la situación distaría por completo de lo ocurrido la temporada pasada, cuando Misiones tuvo 503 casos notificados con sospecha pero ninguno fue confirmado por laboratorio.

En el último brote epidémico que vivió Misiones la situación se complejizó en municipios como Comandante Andresito, Oberá, Posadas, Garupá y Eldorado.

“Desde ahí es como si estuviéramos en un interbrote prolongado porque después tuvimos casos aislados pero no brotes. No tuvimos brotes en 2021 ni este verano, creo que el balance es más que positivo”, había dicho en su momento Danielo Silva, subsecretario de Atención Primaria de la Salud de Misiones.

Aunque aclaró que otros factores también incidieron en que no haya circulación viral como la profunda sequía de este verano y los pasos internacionales cerrados durante casi dos años por el coronavirus.

“Más allá de que este sea o no un año epidémico, y eso no lo podemos saber hasta que empiecen los casos en el verano, uno siempre tiene que contar que el problema existe y está”, señaló por su lado Espinosa y siguió: “No importa si van a haber 100 casos o diez mil. Siempre hay que trabajar en todo lo que es la prevención y que la comunidad participe en esas tareas que se realizan y eso tiene que ver con no acumular cacharros, neumáticos, no juntar agua y en el caso de localidades que tienen falta del líquido o no tienen red de distribución y guardan en tanques o tambores, recomendamos que estén bien tapados y esa es la principal solución porque si el mosquito encuentra donde poner huevos, hay que limitar esos lugares”.

Reforzar

En ese marco, hoy se recuerda el Día Internacional Contra el Dengue, fecha establecida para fortalecer la comunicación a la población y sensibilizar sobre la problemática.

“Estamos en el momento en donde hay que reforzar todas las acciones y mensajes que se le dan a la comunidad para que no haya una carga ambiental grande de sitios de cría de este mosquito. Por eso se pide a la gente que no acumule cosas que puedan juntar agua y todas las acciones de descacharrado que deben hacer las localidades previo a que arranque la estación lluviosa y el verano”, sostuvo el especialista de Mundo Sano, donde también abordan otras enfermedades desatendidas.

Luego recordó que todos los años en el país hay registro de casos de dengue, generalmente el promedio es de entre mil y tres mil pero hubo tres grandes epidemias donde se contaron hasta 70 mil contagios, la última se dio previo a la irrupción del Covid-19.

“En los años 2009, 2016 y 2020 se produjeron las tres epidemias con la cantidad de casos más importantes”, comentó. En esos tres brotes epidémicos circuló con mayor fuerza el serotipo DEN-1 del virus, pero en Misiones también hubo registro de manera más baja de los serotipos DEN-2 y DEN-4.

“Los riesgos a futuro teniendo en cuenta que hubo más de un serotipo es que pueden haber más casos graves. Argentina es muy particular porque siempre circuló con más intensidad el serotipo 1, la mayor cantidad de personas se infectó con ese serotipo en las tres epidemias. El tema con eso es que si circulan otros serotipos y en mayor proporción producen casos y no son detectados como debe ser, es muy posible que generen un cuadro más grave y eso puede llevar a la muerte”, explicó.

Monitorear

Por otro lado, destacó que en la provincia también hay que monitorear siempre lo que ocurre en Paraguay y localidades brasileñas como Foz de Iguazú, con gran flujo de gente dado que “son los lugares donde ingresan personas que pueden estar infectadas e iniciar un ciclo más local”.

Para finalizar reforzó la idea de que el mosquito es de hábitos domiciliarios y generalmente se cría y pone huevos en pequeños recipientes que juntan agua, floreros, juguetes abandonados, entre otros.

“Lo importante es que las personas en sus viviendas, de acá al verano, tienen tiempo para ponerse a limpiar los patios y todo el trabajo de saneamiento que hay que hacer en las casas. Eso no lo va a ir a hacer la gente de Vectores, eso lo tiene que hacer cada uno en su casa, después los agentes sanitarios harán otros trabajos, pero sí la gente no se sensibiliza con este fenómeno va a ser muy difícil trabajar en el control de un mosquito que vive en las viviendas”, cerró.


Paraguay registra avance del chikungunya

El dengue no es la única enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti. También están la fiebre amarilla, zika y chikungunya. Respecto de esta última, Manuel Espinosa, biólogo de la Fundación Mundo Sano, destacó que se debe estar alerta en toda la región dado que “tuvo un brote interesante en Paraguay con 134 casos, con lo cual vamos a tener que estar atentos a lo que pasa”.

En tanto que el zika, que afecta a embarazadas y puede generar malformaciones en el feto “se circunscribió al área del Norte de Brasil y no generó en toda la región mayores alarmas”.