En diálogo se reconstruye lo que vio y escuchó durante la represión del sábado. Sostiene que la policía porteña es «peligrosa» y que durante todos los días de vigilia el gobierno de la Ciudad mantuvo a policías en azoteas y departamentos registrando a los manifestantes.
«Todo se resume en la forma en la que la Policía es conducida por las autoridades políticas de la Ciudad de Buenos Aires», señaló el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, aludiendo a la represión del sábado frente a la casa de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y apuntando a la importancia que tiene la formación que reciben las Fuerzas de Seguridad. «Es una Policía peligrosa. En los cinco días que la gente se manifestó en apoyo de la vicepresidenta hubo policías en azoteas y departamentos registrando los movimientos y a los manifestantes», denunció Pietragalla y agregó que la represión policial «fue una situación cargada de intencionalidad política y electoral».
–-Después de la represión policial a los manifestantes que apoyaban a la vicepresidenta se pudo confirmar que se estuvo espiando y filmando a la gente?
–Fue una de las cosas que nos sorprendió por la cantidad de miembros de la Policía de la Ciudad que estaban distribuidos por distintos departamentos y azoteas de los edificios tomando imágenes y registrando movimientos y a las personas en la zona. Es una práctica que hicieron sin descanso durante los cinco días. El sábado llegué temprano para poder tomar imágenes del operativo policial. En seguida los oficiales me increparon diciendo que no podía filmar. Una vez que me identifiqué como secretario de Derechos Humanos me contestaron con tono de burla. También ya sabemos que el macrismo en su momento puso cámaras para espiar las acciones de la vicepresidenta, así como en los alrededores del Instituto Patria.
–-Hay testimonios que indican que los dirigentes que participaron fueron marcados por la policía por no tener fueros.
–Personalmente puedo decir que llegué a escuchar algunas modulaciones policiales en las que decían que estaba el (ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés) Cuervo Larroque, y aclaraban que no tenía fueros como dando a entender que lo podían reprimir o detener. Lo mismo hicieron con (el gobernador de la provincia de Buenos Aires) Axel Kicillof cuando llegó. Es una locura porque estamos hablando de gente que es elegida por el pueblo, que tiene una representatividad muy importante y que debería ser tratada con más respeto.
–¿Cree que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires es responsable de lo que pasó?
–Todo se resume en la forma en la que la Policía es conducida por las autoridades políticas de la Ciudad de Buenos Aires. Es decir, le imprimen esta lógica represiva a una policía muy peligrosa. A modo de ejemplo, cuando el sábado finalizó todo cerca de la medianoche, me acerqué a dos comisarios que se encontraban hablando en la vereda y les pregunté si ya se retiraban. La respuesta que recibí fue: “¡que maricón que sos vos, eh! Ni mojado estás”, demostrando la total ausencia de respeto y la actitud constante de provocación. Uno de los problemas de la Policía de la Ciudad es que tiene una instrucción que contiene en su eje políticas represivas y antipopulares. Esto lo hemos visto en cada acción que llevaron adelante desde el gobierno de Mauricio Macri y ahora con Horacio Rodríguez Larreta. A la Secretaría llegan muchísimas denuncias contra el accionar de las fuerzas de seguridad y en el caso de la Policía de la Ciudad tienen que ver con denuncias de xenofobia. Creemos que es una policía peligrosa, algo que ya le hemos planteado a los funcionarios, pero no obtuvimos respuestas.
–¿El año electoral que se acerca influyó en la decisión de reprimir?
–Se trató de una situación cargada de intencionalidad política y electoral. Además uno de los objetivos que buscaron es bajar la participación popular en las calles en este tipo de manifestaciones donde la gente salió a defender a la vicepresidenta.