Aunque aún no es visible su presencia en el agua, comenzó la floración de los microorganismos que pueden ser perjudiciales, tanto para la piel como para el hígado en el caso de una ingesta.
Desde el Instituto de Biotecnología de Misiones (InBioMis) continúan con el monitoreo de cianobacterias en los arroyos Zaimán y Mártires de Posadas. Para esta época del año, han notado un pequeño aumento de la presencia de estos microorganismos en la parte del Zaimán.
En diálogo, la investigadora del CONICET y directora del InBioMis, María Kolman, explicó que mediante los estudios realizados “nos damos cuenta de que el fenómeno es estacional, al menos en el arroyo Zaimán. Esto arranca durante agosto y se prolongaría hasta abril o mayo, dependiendo de las condiciones climáticas”.
Compartió que en los últimos registros “no es algo visible, pero detectamos un pequeño aumento en la cantidad de cianobacterias”.
Aclaró que esta presencia “más que nada se da en el arroyo Zaimán. En el Mártires no se veían floraciones intensas, pero el año pasado literalmente se puso verde flúor el arroyo y a partir de ahí, empezamos con el seguimiento en ese lugar, pero aún no estamos viendo aumentos”.
En cuanto a la presencia de las cianobacterias en el Zaimán, Kolman contó que “es un cuerpo hidrológico que no tiene gran corriente, es un espacio más quieto y eso puede estar favoreciendo su presencia. Aparte, es un lugar donde hay más concentración de población, eso implicaría más descarga de residuos y nutrientes que a las cianobacterias les gustan”.
Recordó que “en el 2020 comenzamos a realizar este seguimiento, que es visual, con la toma de algunas muestras y también a través de imágenes satelitales”.
A nivel biológico, las cianobacterias “son bacterias que tienen la capacidad de hacer fotosíntesis, de la misma manera que las plantas. Normalmente, están presentes en el agua, pero dependiendo de las condiciones climáticas y de la disponibilidad de nutrientes pueden crecer de manera exagerada, acumularse en la superficie en manchas verdes visibles”.
Respecto a la importancia de su seguimiento, la directora del InBioMis señaló que “el riesgo está en que por sí solas pueden generar inconvenientes como olores desagradables y la exposición puede provocar daños en la piel, si se la ingiere puede provocar vómitos. En el caso de las floraciones en los arroyos Zaimán y Mártires detectamos que producen un tipo de toxinas que afectan principalmente al hígado”.
Sobre su presencia en el agua, contó que “en pequeñas dosis no producen efectos evidentes, pero la exposición continúa al agua con cianobacterias pueden generar inconvenientes, como inflamación en el hígado, alteración de enzimas hepáticas”.
En el riesgo al contacto, Kolman advirtió que “principalmente se da para los niños y las mascotas, al no ser conscientes del riesgo que representan”.
La importancia del monitoreo en estos arroyos de Posadas “es porque se usan de manera recreativa”, añadió.
En el comportamiento de esta especie de bacterias, indicó que “tiene la constancia de darse su presencia en el período primavera-verano y no tenemos indicaciones de que este año no fuera a suceder lo mismo que ya vimos, al menos en el arroyo Zaimán”.
En este sentido, aseguró que “hablamos de una implicancia a nivel ecológico, porque las floraciones de cianobacterias alteran los ecosistemas, porque de golpe un microorganismo que debería estar en proporción baja aumenta y se vuelve competitivo. En algunos casos puede generar pérdida de oxígeno en el agua y eso puede alterar la comunidad de peces. Eso es algo que no lo vimos en los últimos muestreos, pero si se sostiene en el tiempo puede agravarse y tiene un potencial daño ecológico importante”.
Desde el InBioMis detalló que “la alerta a la comunidad es una de las áreas de divulgación que tratamos de hacer”.
Acerca de otros relevamientos de cianobacterias en la provincia, respondió que “Misiones tiene una cantidad enorme de cuerpos de agua, entonces es algo difícil. Se han detectado en años anteriores, en estudios de otros grupos, su presencia sobre la margen del río Uruguay”.
Lamentó que “no tenemos la capacidad de muestrear todos los cuerpos de agua de la provincia y nos enfocamos en los de Posadas por la implicancia en la comunidad, al estar dentro del casco urbano y utilizados por la población”.
En el casco urbano
En otros estudios de cianobacterias realizados en la provincia, María Kolman contó que “en muestras tomadas sobre el río Paraná no están en la misma cantidad, pero lo encontramos en áreas dentro del casco urbano”.
2022
En febrero de este año emitieron un alerta por una alta concentración de estos microorganismos en los arroyos Zaimán y Mártires.