Esto volvió a generar gran malestar y caos en el tránsito del lado del país vecino, ya que además, no disponen de un espacio específico donde puedan ubicarse los vehículos para aguardar hasta ingresar a la zona aduanera y las filas se forman sobre la carretera principal donde se encuentra la zona urbana, interrumpiendo la circulación de los demás.

La capacidad de cruce se ha incrementado en más del 100% en los últimos tiempos; esto hace que se produzcan los embotellamientos y las largas filas. Los controles están a cargo de las dos Policías del Paraguay (la Nacional y la Municipal de Tránsito), la Prefectura y Gendarmería”, informó Goiburú.