Fue una actividad en conjunto entre el Ministerio de Agricultura Familiar y la Cámara de Representantes, como parte del lema del año, que también refiere al liderazgo juvenil para el desarrollo sostenible, la economía del conocimiento y la resiliencia ante el cambio climático. Los ministros resaltaron el compromiso de la gestión de Carlos Rovira, desde su función de intendente de Posadas, hasta su actual ejercicio en la Presidencia del Poder Legislativo.

La apertura del encuentro estuvo a cargo del presidente de la Comisión de Desarrollo Forestal, diputado provincial Omar Olsson; de la ministra de Agricultura Familiar, Marta Ferreira; y del ministro del Agro y la Producción, Facundo Sartori. Asistieron el presidente del Bloque Renovador, Martín Cesino, otros legisladores en ejercicio y electos, autoridades y funcionarios provinciales y municipales, productores y público interesado en la temática.

Olsson dio la “bienvenida a la casa del pueblo, con el saludo y agradecimiento por la participación de parte del presidente de la Cámara de Representantes, Carlos Rovira, quien apoya estas actividades y eventos”.

Resaltó el “trabajo articulado de los ministerios del Agro y de Agricultura Familiar, el IFAI, la Biofábrica y la Escuela de Innovación”, entre otros.

Dijo que “la agroecología es un concepto para algunos nuevo y para otros no tanto, viene a buscar un paradigma en el mundo de la agricultura”.

Recordó que “hace unos años era una utopía poder pensar el reemplazo de prácticas por otras que cuiden el medio ambiente y la vida humana”.

Manifestó su “orgullo por presentar esta actividad dentro del lema del año” y consideró que “la feria franca fue el motorcito que impulsó esto”.

Aseguró que “fue Carlos Rovira quien en 1998 marcó el camino con la primera feria franca en Villa Cabello”, y que luego la Cámara de Representantes ha acompañado con distintas herramientas esta actividad”, y mencionó algunas de ellas, como la de fomento a la producción agroecológica, el programa de huertas escolares, y el programa de soberanía alimentaria provincial, entre otras medidas legislativas.

Por su parte, Sartori, destacó que “Misiones tiene la tasa de ruralidad más alta del país, que sigue conservando chacras de 25 y 40 hectáreas, donde viven personas”, a diferencia de otras del país.

“Seamos orgullosos los misioneros de poder decir nosotros tenemos chacras con personas, y con una diversidad propia, que mezcla yerba, mamón y otro tipo de producciones, por ejemplo”, al tiempo que cuida a los chicos que están cerca del cultivo.

En tanto, Ferreira destacó que la ley de agricultura familiar de Misiones considera que esta agricultura misionera es modelo de desarrollo, y que es “una agricultura con agricultores”.

Dijo que para nosotros es normal y lógico que sea así, pero “cuando nos referimos a otras provincias hay producción sin agricultores, pero en Misiones es con agricultores y eso lo tenemos que cuidar”.

También precisó que la “Organización de las Naciones Unidas ha declarado el decenio de la agricultura familiar” y que “hay muchos elementos dando vueltas sobre la importancia de los agricultores familiares para el mundo”.

“Más del 80 por ciento de los alimentos del mundo lo producen los agricultores familiares”, enfatizó.

“Desempeñan un papel importantísimo en la erradicación del hambre y en nuestro futuro alimentario”, agregó.

Resaltó que Misiones tiene “un proyecto presente y un proyecto político atento y visionario –refiriéndose a la Renovación–, que fue generando casi todos los años legislaciones para el sector, para reconocerlos, valorarlos, para proponerles programas y recursos para que sigan quedando en la chacra, forjen el arraigo, sigan produciendo alimentos, generando su propio empleo y cuidado la biodiversidad.

“Quienes tenemos alguna función en los gobiernos, legislaturas, concejos, escuelas y sociedad tenemos esta responsabilidad de dejar un mundo sano, con oxígeno para que nuestros niños y familias sean felices”, concluyó.

Luego de la jornada se realizaron exposiciones a cargo de diferentes expertos en la temática, y concluyó con un conversatorio para estrechar lazos entre los actores participantes. Finalmente, se entregaron certificados y el “sello agroecológico” a productores que vienen atravesando un proceso de transición desde hace más de cuatro años, para hoy poder garantizar que sus chacras son agroecológicas.