El ambiente caluroso es clave para el ciclo vital del mosquito Aedes aegypti. Pese al invierno en Posadas siguen haciendo bloqueos sanitarios, lo que consideran como algo atípico

Las altas temperaturas que se registran en pleno invierno, con marcas máximas encima de los 30° mantienen la alerta por las enfermedades transmitidas por mosquitos, en este caso el Aedes aegypti. La población de estos insectos se mantiene activa y el riesgo de cara a la primavera y el invierno es mayor, incluso que otros años, si se tiene en cuenta que en lo que va del invierno casi no hizo frío.

Este año Misiones fue una de las provincias que confirmó la circulación viral de dengue y chikungunya. Por primera vez en su historia tuvo más contagios de esta última patología -emergente en la tierra colorada- que de dengue.

Según el último Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, desde la semana epidemiológica (SE) 27 -a principios de julio- que no se reportan en esta parte del país contagios de chikungunya con lo cual la circulación del virus estaría cortada. En tanto que están en caída los casos de dengue.

El mismo boletín da cuenta de que hasta la fecha en Misiones hubo 173 casos de dengue confirmados autóctonos o importados. En el NEA, es Chaco la provincia que lidera los contagios con más de 11.000 detectados. En lo que respecta al chikungunya hubo hasta el momento 328 cuadros entre autóctonos e importados siendo Misiones la que más casos tuvo en el NEA y la segunda a nivel país.

En ese escenario, con un invierno caluroso, los ciclos de reproducción de los mosquitos se adelantan. Semanas atrás, el director de Vigilancia Sanitaria de Paraguay, Guillermo Sequeira, advirtió que el país vecino registra alrededor de 100 casos semanales de dengue y otro centenar de chikungunya; cifras poco alentadoras en vistas a la temporada estival. Esta situación preocupa en el territorio argentino, donde también se registró una mayor cantidad de casos de dengue.

“Estas enfermedades no son particulares de una ciudad o de un lugar, sino que avanzaron en todo el Cono Sur y 18 de las provincias argentinas han tenido casos autóctonos”, indicó el director de Vigilancia y Control de Vectores de la Municipalidad de Posadas, Fabricio Tejerina, en diálogo.

A su vez, remarcó que “lo que está pasando en Paraguay, Bolivia, Perú y Brasil es preocupante, desde 2022 vemos el aumento de casos. En Argentina, en 2023 se registró la mayor cantidad de casos de dengue que hemos tenido. La epidemia viene subiendo y ahora también el chikungunya en Paraguay repercutió en nuestro país”. En ese sentido, aseguró que el programa municipal de control de vectores funciona durante todo el año en Posadas.

“En otoño e invierno intentamos acelerar todo lo que tiene que ver con descacharrado y que la gente pueda deshacerse de las cosas que acumulan agua en sus patios. Todo lo que está a nuestro alcance como municipio lo estamos haciendo”, dijo.

No obstante, señaló que “el aumento de casos nos muestra un fracaso a nivel regional y país respecto a estas enfermedades. Este año tuvimos 61 muertes de dengue en Argentina, cosa que nunca había ocurrido; la mitad de esas personas no tenían comorbilidades que el dengue haya empeorado”.

“Son problemas regionales porque si un municipio hace las cosas y otro no, la problemática va a continuar; lo mismo entre provincias. Este año hubo mucho impacto porque Buenos Aires llevó hasta el Sur los casos de dengue y en Nación hay una Dirección de Control de Vectores que deja mucho que desear”, cuestionó.

“Es un problema amplio que hay que tomar de diferentes lugares y con la participación comunitaria. Debemos invertir más recursos, coordinar entre provincias y municipios, y armar mejores equipos”, agregó.

Por otra parte, el director de Vigilancia y Control de Vectores de Posadas confirmó que se están realizando bloqueos epidemiológicos cuando el Ministerio de Salud da aviso de personas con fiebre sospechosa. “Hacemos las fumigaciones para matar a los mosquitos que hayan podido picar. Lo que no sabemos es si son casos positivos o negativos porque no manejamos esa información”, aclaró.

Además, consideró que se trata de una situación atípica debido a que los bloqueos comienzan, generalmente, en el mes de noviembre. “El aumento de temperatura y el cambio climático es una realidad que pega en un montón de cosas. En los mosquitos también porque, al tener sangre fría, dependen de la temperatura y la humedad. En Misiones, en verano, el ciclo acuático del mosquito es de nueve días y en invierno puede durar el doble o el triple. Si las temperaturas son buenas, se acelera la reproducción de los mosquitos, por lo cual tenemos más en invierno”, explicó.

Asimismo, hizo hincapié en que “el dengue es un problema social porque tiene que ver con nuestras costumbres de dejar cosas que acumulan agua; puede hacer todo el calor que quiera, pero si la población limpia sus patios y evita tener acumulaciones de agua, no vamos a tener la enfermedad. Si hay mosquitos es porque a 20 o 40 metros hay un criadero”. Respecto al uso de espirales, spray o pastillas, puntualizó que “cualquier aplicación de veneno tiene algún efecto en la salud a corto o largo plazo. Igualmente, todos estos venenos de venta libre tienen un pesticida muy bajo”.

“Lo mejor en estos casos, si se tiene la posibilidad, es invertir en mosquiteros en la casa”, finalizó.


En cifras

328

Este año Misiones lideró el NEA como la provincia con más contagios de chikungunya y quedó segunda a nivel país, según los registros de Nación.

18

Un total de 18 provincias tuvieron este año circulación del virus del dengue, una de ellas fue Misiones con 173 contagios informados oficialmente.