Con las nuevas tarifas y el escaso margen de carga que tiene el “plástico Z”, quienes viajen desde Garupá o Candelaria a la capital provincial tendrán que cargar casi a diario la tarjeta SUBE para poder utilizarla y no tener que pagar de más en efectivo.
Diciembre arranca con un nuevo “golpe al bolsillo” para los usuarios de colectivo del área metropolitana. Es que desde este lunes se aplica otro “boletazo” en el transporte urbano, ajuste que llega en un contexto de creciente malestar de los ciudadanos por recortes de frecuencias que cada vez se siente más y que se suma a una lista de viejos reclamos sin resolver.
El nuevo incremento ya estaba previsto y es el último de los cinco ajustes escalonados que autorizaron la Municipalidad de Posadas y la Secretaría de Transporte de la Provincia en julio de este año.
Lo que sí se desconocía era la fecha exacta en la que iban a empezar a regir los nuevos valores, algo que recién se confirmó ayer, con muy poco tiempo de anticipación para los usuarios, por la Secretaría de Movilidad Urbana, a cargo de Lucas Jardín.
Cómo quedan las tarifas
Desde hoy, el pasaje se elevó a $150 con SUBE o QR y $200 en efectivo dentro de Posadas. El trayecto Posadas-Garupá pasó a valer $195 con el plástico o celular y $270 sin ellos. Y entre Candelaria y Posadas, $228 y $320 respectivamente.
Malestar que continúa
Con el nuevo aumento, se alcanzó el 200% de incremento en el valor del pasaje durante el 2023. Sin embargo, esta suba llega en un momento sensible para el usuario de transporte.
Es que en las últimas semanas vienen aumentando las quejas desde diferentes barrios de la capital por quita de frecuencias y, por ende, colectivos que cada vez van más repletos.
Ya en el Concejo Deliberante de Posadas ingresaron pedidos de informes para que el Municipio interceda para conocer los motivos por los cuales las líneas de colectivos disminuyeron sus frecuencias.
Sin embargo, hay otro reclamo que viene desde hace tiempo y que toma mayor notoriedad ahora. Tiene que ver con el escaso margen de carga de la “tarjeta Z”.
Es que la SUBE (que hace muchos meses dejó de emitirse) tiene un tope de carga de $600, cifra irrisoria para la tarifa de boleto actual.
Con esos montos, solo se puede hacer cuatro viajes dentro de Posadas con el saldo completo en el plástico. Es decir que cada dos días hay que recargarla, algo que es un dolor de cabeza para los barrios alejados del centro porque no cuentan con puntos de recarga cercanos.
La situación se vuelve más dramática para quienes viven en Garupá y Candelaria y tienen que viajar a Posadas todos los días para sus quehaceres diarios. Con el sistema actual, al menos una vez en el día tendrán que acercarse a uno de los pocos lugares habilitados para cargar la tarjeta y no tener que pagar de más en efectivo.
Malestar que continúa
Con el nuevo aumento, se alcanzó el 200% de incremento en el valor del pasaje durante el 2023. Sin embargo, esta suba llega en un momento sensible para el usuario de transporte.
Es que en las últimas semanas vienen aumentando las quejas desde diferentes barrios de la capital por quita de frecuencias y, por ende, colectivos que cada vez van más repletos.
Ya en el Concejo Deliberante de Posadas ingresaron pedidos de informes para que el Municipio interceda para conocer los motivos por los cuales las líneas de colectivos disminuyeron sus frecuencias.
Sin embargo, hay otro reclamo que viene desde hace tiempo y que toma mayor notoriedad ahora. Tiene que ver con el escaso margen de carga de la “tarjeta Z”.
Es que la SUBE (que hace muchos meses dejó de emitirse) tiene un tope de carga de $600, cifra irrisoria para la tarifa de boleto actual.
Con esos montos, solo se puede hacer cuatro viajes dentro de Posadas con el saldo completo en el plástico. Es decir que cada dos días hay que recargarla, algo que es un dolor de cabeza para los barrios alejados del centro porque no cuentan con puntos de recarga cercanos.
La situación se vuelve más dramática para quienes viven en Garupá y Candelaria y tienen que viajar a Posadas todos los días para sus quehaceres diarios. Con el sistema actual, al menos una vez en el día tendrán que acercarse a uno de los pocos lugares habilitados para cargar la tarjeta y no tener que pagar de más en efectivo.
Reunión con el Intendente
El presidente de la comisión vecinal del barrio Aeroclub, Ariel Bogado, confirmó a este Diario que el martes de la semana pasada se reunieron con el intendente, Leonardo “Lalo” Stelatto, donde le plantearon la reducción de frecuencias y las dificultades con la tarjeta SUBE, tanto para acceder al plástico como por el poco margen de carga.
“Fue una reunión positiva. Stelatto nos dijo que ya mandó notas a la empresa (Grupo Z) pidiendo explicaciones”, señaló Bogado.