Raquel Ramírez está acusada de asesinar al padre de cinco de sus seis hijos, Hugo Do Nacimiento. Ernesto Frank habría sido partícipe del crimen. Las pruebas que los complican
El cadáver de Hugo Do Nacimento (42) fue hallado debajo de un puente del arroyo Yabebiry, en jurisdicción de General Alvear, el 17 de septiembre del 2019 en horas de la tarde por un pescador.
La Policía no tuvo inconvenientes en identificar a la víctima ya que entre sus prendas hallaron su billetera con su DNI. A simple vista el cuerpo no presentaba lesiones, mientras que la autopsia descartó sustancias tóxicas y determinó que el deceso se produjo por asfixia por inmersión.
A los fines legales, Do Nacimento falleció ahogado y, al menos en primera instancia, no se descartó la hipótesis del suicidio.
Pero en un momento determinado la ex concubina de la víctima y quien entonces era su pareja fueron denunciados por una hija de la mujer que contó que su madre le confesó cómo perpetraron el crimen.
De esa forma, Raquel Aurora Ramírez (46) y Ernesto Roberto Frank (70), alías “Nene”, fueron detenidos e imputados homicidio agravado por haber sido cometido contra una persona con la que mantenía una relación de pareja y agravado por alevosía.
El jueves ambos comenzaron a ser juzgados por el Tribunal Penal Uno de Oberá y se abstuvieron de declarar.
Entre los ocho testigos citados estuvieron dos de las hijas de Ramírez, una de su primera pareja y la otra, fruto de su relación con Do Nacimento, con quien tuvo otros cuatro hijos.
En las declaraciones de S. M. (31) y Rocío Do Nacimiento (23) quedó plasmada la grieta que se instaló en la familia a partir del homicidio, aunque ambas coincidieron en que los años de convivencia entre Ramírez y la víctima estuvieron marcados por la violencia.
Visiones opuestas
El testimonio más crudo de la primera jornada fue brindado por S. M., quien aseguró que fue abusada por Do Nacimento, aunque nunca lo acusó formalmente. Quien sí lo había denunciado fue C. D. N. (20), hija biológica del citado.
Según declaró S. M., su madre planificó el homicidio porque Do Nacimento pretendía vengarse de ambas jóvenes, al tiempo que reconoció que en varias ocasiones le recriminó “por qué seguía con ese monstruo”.
“En un momento llegué a pensar que ella le amaba más a él que a mí”, contó quebrada en llanto.
Pero más allá de todo, S. M. nunca abandonó a su madre y la sigue acompañando, al igual que C. D. N. y otra hermana de 17 años.
Como contrapartida, Roció está enfrentada a su madre y en su declaración ante el Tribunal puso en dudas que su padre haya abusado de sus hermanas, lo que no hizo más que tensar la relación. Además se la vio compartiendo con su familia paterna.
Testigos a medias
En la primera jornada del debate oral también testificaron un compañero de trabajo y el patrón de Do Nacimento, aunque su aporte fue escueto.
Marcos Da Rosa (34) contó que el lunes 16 de septiembre a las diez de la noche la víctima subió a un auto que lo buscó del campamento del aserradero en Panambí. Luego se supo que era el coche de Frank.
Al otro día, Do Nacimento no se presentó a trabajar y el patrón recibió un mensaje donde decía que tuvo un problema con droga y estaba preso. Más tarde se determinó que el texto había sido enviado por Ramírez desde el celular de la víctima, que para ese entonces ya estaba muerto.
Las declaraciones más controversiales del juicio fueron brindadas por dos hombres que actualmente se hallan cumpliendo condenas por diversos delitos. Ambos llegaron al Tribunal con escolta del Servicio Penitenciario Provincial (SPP).
Se trata de Héctor Victorio (38) y José Rubén Cardozo (43), quienes permanecen alojados en la Unidad Penal VIII de Cerro Azul.
En líneas generales, en la instrucción ambos contaron que al momento de compartir celda en comisaría con Frank, este les contó cómo mataron y desecharon el cuerpo de Do Nacimento.
Al respecto, Victorio mencionó que el imputado dijo que la noche del hecho él cocinaba mientras su pareja y el ex tomaban mate, hasta que en determinado momento Do Nacimento se desplomó, tras lo cual trasladaron y arrojaron el cuerpo en el Yabebiry.
Ante consultas de las defensas el testigo se mostró con dudas, lo que ya había evidenciado en la instrucción, donde suscribió sus dichos en sede policial.
Las repreguntas lo incomodaron y en un momento reconoció que “el jefe me obligó”, dando a entender que la autoridad policial había direccionado su relato.
Por su parte, mucho más escueto en sus dichos, Cardozo señaló “nosotros colaboramos en lo que sabíamos”.
Relato de la confesión
“Mi mamá me confesó: “nosotros con Nene le matamos a Hugo”. Me dijo que entre los dos planificaron y organizaron. En el mate pusieron la sustancia, le dieron tres mates y con eso se sintió mal. Después lo cargaron en el auto y lo tiraron en el arroyo”, declaró S. M. en la primera audiencia del debate oral y público.
La mujer hizo un pormenorizado detalle de la confesión de su madre, y aseguró haber sido víctima de abuso sexual por parte de su padrastro.
Contó que el lunes 16 de septiembre de 2019 salió de su trabajo y recibió un llamado del celular de Frank. Mencionó que en ese momento no estaba en buenas relaciones con su mamá, por lo que primero no atendió.
Recién respondió en la segunda llamada, cuando Ramírez le habría confesado el homicidio. “Entré en pánico y corté. Llamé a mis hermanas y en el momento no me creyeron”, precisó.
El miércoles 18, el día siguiente al hallazgo del cadáver, S. M. se dirigió a Los Helechos para hablar con su mamá y la pareja. “Me dijo que no tenía opción, y que sí lo había hecho. Que ellos lo organizaron. Frank no negó nada”, aseguró.
Mencionó que su mamá no quería que la víctima sufriera, en alusión a evitar una muerte violenta, mientras que Frank se encargó de conseguir el veneno.
Una presunta complicidad que terminó en un homicidio
Según se probó en la instrucción del caso, el lunes 16 de septiembre de 2019, Hugo Do Nacimento se dirigió desde su casa en San Javier a Panambí para trabajar en un aserradero donde hacía changas.
En horas de la noche Ernesto Frank lo buscó con su coche -como fue corroborado por un testigo- y lo trasladó hasta su domicilio en Los Helechos, sobre ruta Provincial 5.
En ese lugar, en complicidad con Raquel Ramírez, le pusieron alguna sustancia en el mate que le hizo perder la conciencia. Sin posibilidad de defenderse, lo subieron al coche y lo trasladaron hasta un sector del arroyo Yabebiry, donde lo arrojaron.
La autopsia determinó que la víctima aún estaba vivo cuando lo tiraron al cauce del arroyo.
Luego, desde el teléfono de Do Nacimento, Ramírez envió mensajes a quien era su pareja y al dueño del aserradero en Panambí.
El martes 17, alrededor de las cinco de la tarde, un joven que se estaba pescando halló el cadáver bajo un puente. Entre sus prendas encontraron la billetera con el DNI.
El cuerpo sin vida no presentaba lesiones visibles. El examen forense no halló restos de ningún veneno, por lo que en un primer momento no había sospechas de la pareja, hasta que la propia hija de Ramírez contó lo que su madre le había confesado.
Con el avance de la pesquisa también surgieron otros indicios, como mensajes desde el celular de Do Nacimento a su pareja con términos que no eran propios de él.
El debate continuará el jueves, desde las 8.30, con los alegatos y la posterior sentencia.
Ramírez es asistida por el defensor oficial Matías Olivera y Frank cuenta con los servicios del defensor particular Miguel Cabral.