Anoche un camión estacionó en la calle Córdoba entre Ayacucho y San Lorenzo, sobre la vereda del local de Ribeiro, y comenzaron a cargar artículos, muebles e instalaciones de la sucursal. La firma cerró sus locales en Posadas y le debe 11 meses de alquiler a la Biblioteca Popular.
Luego de una fuerte crisis económica y una gran deuda de alquiler a la Biblioteca Popular de Posadas, Ribeiro cerró sus puertas en la capital misionera hace algunas semanas.
La firma argentina que se dedica a la venta de electrodomésticos y artículos para el hogar alquila el espacio lindante a la Biblioteca Popular de Posadas, adeuda 11 meses de cuota de alquiler que pone en constante peligro el sustento de la biblioteca.
Ambas sucursales en Posadas, la que se encuentra por la avenida Uruguay y el local al lado de la biblioteca por la calle Córdoba, se encuentran con sus puertas cerradas. Según informaron, la empresa tampoco habría pagado varios meses de sueldo a sus empleados.
Desde el año pasado la sucursal de la firma argentina tiene inconvenientes para pagar el alquiler del local lindante a la Biblioteca Popular de Posadas, propiedad de la misma. En marzo ya debía 7 meses de alquiler lo que hace $1.470.000 y los punitorios por mora que ascendían a casi $2.800.000 aproximadamente, hoy esta cifra es mucho mas alta.
Además con el gran golpe económico que dio la pandemia, la situación para la empresa se agravó más y más. Es por ello que decidieron dejar de acumular deudas de alquiler cerrando sus puertas.
Desde el 2018 que acarrean diversos inconvenientes para abonar el alquiler del espacio, llegando a una suma total superior a los 1.500.000 pesos. Sin más remedio, desde la Biblioteca no tuvieron más opción que recurrir a la exposición pública del caso, hecho gracias al cual a principios de agosto recibieron el dinero correspondiente a un mes.
A partir de esta situación, la empresa también decidió cerrar los locales debido a la deuda que están teniendo con el alquiler, “con nosotros se comunicó el gerente de Recursos Humanos de la casa central de Ribeiro para informarnos que van a cerrar los locales por la deuda que tienen con el alquiler, pero no despedirán a nadie por lo que los trabajadores continuarán con la modalidad de trabajo Home-Office y además seguirán cobrando sus sueldos”.
El secretario adjunto del Centro de Empleados de Comercio de Posadas, Agustín Gómez, explicó en FM de las Misiones Ribeiro también decidió cerrar los locales debido a la deuda que están teniendo con el alquiler, “con nosotros se comunicó el gerente de Recursos Humanos de la casa central de Ribeiro para informarnos que van a cerrar los locales por la deuda que tienen con el alquiler, pero no despedirán a nadie por lo que los trabajadores continuarán con la modalidad de trabajo Home-Office y además seguirán cobrando sus sueldos”.
Una crisis nacional y el caso Garbarino
Tras la crisis que atravesó Garbarino, hoy en busca de un socio, ahora se sumó Ribeiro a las dificultades que vienen sufriendo las grandes cadenas de electrodomésticos en la Argentina.
Según indicaron fuentes sindicales a la agencia NA, Ribeiro dejó de pagar salarios, comenzó a cerrar locales, suspendió su sitio de ecommerce y, según trascendió en el mercado de retail, busca un socio para capitalizar la compañía que se encuentra en concurso preventivo.
Con deudas en crecimiento, Ribeiro -fundada hace 110 años en San Luis- aspira a que un socio aporte capital, pero sin que la familia propietaria pierda el control.
En los últimos dos años, los ingresos de la compañía pasaron de $11.000 millones a $5400 millones en el mismo mes de este año, con pérdidas anuales de casi $1400 millones y un resultado negativo que acumula más de $190 millones.
La marca tiene fuerte presencia en el interior del país, llegó a tener 1900 empleados y 85 sucursales en 2018.
Tras integrar el grupo de las principales cadenas de electrodomésticos en la Argentina, a partir de 2019 en Ribeiro la situación empeoró. A deudas que se agrandaron en ese año, se sumó a principios de 2020 la pandemia, que golpeó especialmente al comercio, mientras las ventas por internet se disparaban.
De hecho, en la central de deudores del Banco Central, la firma ya aparece en situación de «irrecuperable».
La familia Ribeiro está buscando capitalizar la empresa y hasta se llegó a mencionar a un grupo vinculado a la actividad agroindustrial, un deal que no prosperó.
La caída de ventas en unidades fue del 60% entre 2019 y 2021, de acuerdo con reportes especializados del sector.
En abril, Minicuotas Ribeiro cerró una de las sucursales en General Alvear, Mendoza. La cadena también tenía definido bajar la persiana en su local en San Juan. A mediados de junio, Ribeiro cerró su local en la ciudad de Rafaela, en el oeste de Santa Fe.
En el sector, comparan la situación de Ribeiro con la que pasó Garbarino, que tras perder la oferta de capitalización que venía negociando, vuelve a buscar socio.
Desde hace un año en manos de Carlos Rosales, quien también es dueño de una aseguradora y dirigente de fútbol, esa cadena con más de 3800 empleados, adeuda salarios -aseguran en fuentes sindicales- y cerró algunos de sus emblemáticos locales.
En Tierra del Fuego también hay preocupación, porque la compañía tiene paradas desde hace 45 días sus plantas en la provincia en medio de una protesta sindical.
La segunda ola de Covid-19 tuvo fuerte impacto sobre las ventas de electrodomésticos. La caída en la comercialización habría sido del 75% en mayo, de acuerdo con informes sectoriales.
Antes del coronavirus, la empresa atravesaba un escenario complejo y buscaba renegociar su deuda de unos $ 1000 millones con los bancos.