Un cabo denunció que el jefe de Seguridad Vial de Alem lo amenazó para que mienta sobre el hecho. Los implicados están bajo pesquisa de la fuerza y la Justicia

En su edición del último domingo, se publicó detalles de la declaración de un cabo de la Policía de Misiones que en primera instancia denunció que personas ignoradas ingresaron a su casa y le robaron su arma reglamentaria; aunque luego, en sede judicial, se rectificó y afirmó que la pistola desapareció de su lugar de trabajo pero tuvo que mentir por presión de su jefe.

Ante la gravedad de la acusación del cabo Damián B. (25), al otro día desde la Dirección de Asuntos Internos de la Policía citaron a todo el personal que el 11 de agosto estuvo de guardia en la División Seguridad Vial y Turismo de Leandro N. Alem, incluido el jefe, comisario Carlos Javier C.

Según el damnificado su pistola 9 milímetros marca FM Hi-Power-número de serie 363637- desapareció de la citada dependencia situada en la rotonda de rutas nacional 14 y provincial 4.

Además de asegurar que su jefe lo amenazó para que falseara las circunstancias del hecho, en sede judicial también reconoció que sospecha que un camarada podría haber hurtado su arma. Se trata del cabo Germán G.

Si bien todos estos detalles fueron dados a conocer el 23 de agosto por el cabo Damián B. (25) ante la magistrada titular del Juzgado del Instrucción Cinco de Alem, Selva Raquel Zuetta, luego de la publicación de este matutino la Jefatura de Policía ordenó la instrucción de un sumario administrativo.

En primera instancia, todos los citados deberán comparecer ante Asuntos Internos para brindar su versión de los hechos, tras lo cual podrían disponerse sanciones, aunque por el momento el personal subalterno y el titular de la dependencia implicada continúan en funciones.

Ordenaron pericias

Con relación a la causa penal que se sustancia en el Juzgado de Instrucción Cinco, a raíz de los dichos de Damián B. el último martes fue citado su camarada Germán G., a quien apuntó como sospechoso de haber hurtado su pistola reglamentaria.

En esa línea, la autoridad judicial solicitó a la Unidad Regional VI de Alem que proceda al secuestro del celular particular de Germán G. y lo remita al juzgado acompañado con la respectiva cadena de custodia.

Dicho aparato será sometido a pericias para confirmar o descartar algún indicio relacionado a la desaparición del arma.

Hasta el momento se sabe que el pasado 11 de agosto, a media mañana, el cabo Damián B. se presentó ante la Seccional Primera de Alem y denunció que fue víctima de un robo.

Aseguró que ese mismo día, entre las 7.20 y las 9.40, personas ignoradas abrieron una puerta trasera de su domicilio e ingresaron hasta su dormitorio, de donde le sustrajeron su arma reglamentaria y la suma de 400 pesos que se encontraban en un frasco de plástico.

Cuatro días más tarde, personal de la División Investigaciones de la Unidad Regional XI de Aristóbulo del Valle procedió a la detención de Rubén D. M. (21), quien a través de Whatsapp ofreció para la venta la pistola de Damián B.

El procedimiento se concretó en el Paraje Tres Bocas, municipio de Alba Posse. Luego el sospechoso declaró que compró el arma sin saber que era robada y el último jueves recuperó la libertad, consignaron las fuentes.

Pero el 23 de agosto el mismo policía que denunció que le robaron la pistola de su casa cambió su versión de los hechos e implicó a su jefe.

Declaró que su arma desapareció de la base donde se hallaba de guardia, reconoció que sospecha de un camarada y subrayó que su jefe lo instó a mentir sobre cómo sucedieron los hechos.

Se rectificó

En sede judicial, el policía expresó “deseo rectificar mi denuncia”, tras lo cual detalló que “cuando me di cuenta que no estaba el arma me encontraba en el servicio de guardia. Como no me sentía muy bien me recosté un rato. Eso fue a las 5 y poquito, y a las 6.30 me di cuenta que faltaba mi arma del chaleco”.

“Empecé a buscar en todos lados y no la pude encontrar. Les pregunté a mis compañeros si alguien vio algo y todos me dijeron que no. Luego llegó mi jefe y le informé lo sucedido, y el jefe Carlos Javier C., que es comisario, dijo que era para decir que me robaron en la casa, siendo que en realidad fue en el trabajo. Él se encuentra en condición de ascenso y dijo que si yo decía que desapareció en la guardia le iba a perjudicar en el ascenso”, detalló.

Es más, el cabo afirmó que su jefe lo amenazó para que cambie las circunstancias del hecho: “Me dijo que si yo no hacía de esa forma me iba a cocinar, es decir, me iba a trasladar o dar de baja”.

Según precisó, la desaparición de su pistola se produjo en instalaciones de la DivisiónSeguridad Vial y Turismo de Leandro N. Alem, ubicada en la rotonda de rutas nacional 14 y provincial 4 de la citada localidad.

En otro tramo, puntualizó: “Quiero agregar que mi jefe tiene conocimiento y contactos políticos y, según me dijo, me iba a cocinar. Inclusive me amenazó verbalmente que me iba a cagar a piñas”.


Grave acusación
En sede judicial, el cabo precisó que el 11 de agosto se presentó en la guardia a las 5.30,aproximadamente, y dejó su chaleco con el arma en un perchero de la dependencia.En ese momento se hallaban cuatro camaradas.

Dijo que se sentía mal y por ello se dirigió a una oficina para dormir un rato, mientras que “el cabo G. y el agente H. quedaron donde dejé el chaleco”, indicó.

Durmió alrededor de una hora y cuando se despertó se dirigió al lugar donde colgó su chaleco, instancia en que los citados estaban haciendo limpieza.

“Empecé a buscar y pregunté, pero nadie vio. Buscamos y no encontramos nada. Había tres chalecos, cuatro con el mío. Los del cabo G., del sargento A. y T. tenían las armas (…) Buscamos por todos lados, menos entre los elementos personales de cada uno”, indicó.

Y agregó: “A las 7 llegó el jefe de la división y le informé en frente de todos, en la cocina”.

Luego, según lo que declaró, el comisario a cargo de la dependencia lo intimidó para que brinde una versión diferente a lo que realmente sucedió.

Al momento de la audiencia testimonial le preguntaron si luego de radicar la denuncia volvió a hablar con su jefe sobre el tema de arma, a lo cual respondió que “sí, me dijo que sostenga lo mismo, pero no habló de eso en presencia de nadie”.

Asimismo, indicó que sospecha que el cabo Germán G. podría haber hurtado su pistola del chaleco, ya que “él siempre va para los lados donde se encontró el arma porque tiene una novia en Colonia Aurora, que no sé cómo se llama. La mayoría de las veces que sale se va para allá”.