Pasajeros contaron que “no hubo mejoras porque tendría que haber más frecuencias por la escuela de los chicos”. Indicaron que “seguimos siendo rehenes de este sistema”.

Las escuelas arrancaron con una nueva etapa en el dictado de las clases: la presencialidad total en las aulas. Pero, esta nueva modalidad deja de nuevo un problema a la vista y es que los colectivos urbanos nuevamente circulan repletos, y los pasajeros deben “viajar como ganado”, sobre todo en las horas pico; y sin ningún tipo de cuidado en lo que respecta a las medidas sanitarias.

Los pasajeros aseguraron que “el padecimiento siempre es el mismo”; y si bien “hay unidades nuevas esas circulan en la zona centro, pero no en los barrios”.

“No hubo grandes cambios como se esperaba con las clases y la presencialidad de los chicos”, comentó Luis Gilardoni del grupo Acción Vecinal. Afirmó que “supuestamente tiene que haber más frecuencias por el tema de los chicos. Se sigue con la misma rutina”. Se lamentó porque “las transferencias siguen repletas”.

Al mismo tiempo recordó que “esos días tomé el colectivo que une a las dos transferencias (UNaM y Quaranta) y era impresionante la cantidad de personas que viajaban. Se llena hasta las manos una unidad y los usuarios se tienen que quedar esperando”.

Aseguró Gilardoni de Acción Vecinal que “todas esas unidades van llenísimas y no hay control”.

Mencionó que “otra cosa que ya varias veces pedimos es que se extienda el horario y que no cierre a las 22 la transferencia porque es una locura”. Agregó que “a las 22 no se puede detener una ciudad y no puede ser que a las 5 de la mañana circulen de nuevo los colectivos”.

En este punto, ejemplificó que “si alguien que vive en la A3-2 quiere ir hasta transferencia temprano tiene colectivo a las 6.20 recién, es decir que si desea estar antes debe caminar 3 o 4 kilómetros para tomar un colectivo a horario”.

Indicó que “son varios factores y los errores que vienen ocurriendo desde hace 20 años y no hay modificación; y no hay ningún interés por parte del empresariado, como así tampoco por el ente que debe controlar para mejorar la situación”.

Por su parte, Daniel de 29 años es un empleado de comercio que reside en la zona del Campus y viaja a diario hacia el centro posadeño y detalló que “mañana (por hoy) vamos a ver cómo se viaja. Primero tengo que llevar a mi hijo a la escuela y después ir a trabajar. En los horarios pico los colectivos van repletos”.

Agregó que “es complicado trasladarse, muchas veces sobre todo por el tema de las frecuencias, no hay muchas y todos necesitamos llegar a horario, ya sea a la escuela o al trabajo”.

“Las unidades son las mismas”

Luis Gilardoni apuntó que “las unidades siguen siendo las mismas. Se ven colectivos nuevos, pero circulan más en la zona céntrica y la periferia tiene las mismas unidades”.

Contó que “El Provenir tiene dos frecuencias por día, una a la mañana y otra a la tarde”.

Afirmó que “ahí te das cuenta que las personas a pie seguimos siendo rehenes de este sistema. Quienes tienen que tomar decisiones y el empresariado no se manejan en unidades de transporte y para ver qué le falta al usuario se debe ser usuario o hablar con el mismo”.

Subrayó que “otra de las cosas que siempre sucede es que cuando hay receso escolar lo primero que hace es sacar frecuencias. Todos los días parecen sábados”.