La muchacha tiene 18 años y está embarazada. El acusado la golpeó e incendió la casa. “Me desperté con los gritos de auxilio, no dudé en ayudarla”, señaló Saúl Vallejos.
“Era tarde ya, me desperté con los gritos de auxilio de la chica. No dudé en salir a ayudarla, la vi toda ensangrentada y como el portón de ingreso a la vivienda estaba con candado, abrí el alambrado y la saqué por ahí. Ella estaba mal, lloraba y se veía sangre por todo su cuerpo, más en la cara”.
El dramático testimonio le corresponde a Saúl Vallejos, un vecino del barrio Martín Chico de Santa Ana, quien ayer a la madrugada rescató a una joven de 18 años con un avanzado embarazo que instantes antes había sido agredida a golpes por su pareja.
Según consignaron fuentes consultadas, el hecho se registró minutos después de la medianoche, en una vivienda de la manzana 32, lugar que quedó completamente destruido dado que después de las agresiones el sospechoso además prendió fuego la vivienda en la que residía con la joven.
Se recorrió el barrio ayer a la tarde y se encontró con una postal tremenda. Una casa completamente reducida a cenizas y artefactos eléctricos devenidos en hierros y chapas retorcidas como consecuencia del accionar del fuego.
Allí estaba también Saúl Vallejos, quien reside en una propiedad lindante a la escena del hecho y ayer rescató a la víctima malherida antes de que las llamas se consuman la totalidad del inmueble.
“Se veía sangre por todo su cuerpo, más en la cara. Ella estaba descalza así que mi hija le dio un calzado. Mientras yo fui en busca de la Policía, mi familia quedó atendiendo a la muchacha, por eso se comenzaba a ver llamas en la casa y el hombre saltando por la ventana. Fue algo de no creer. Mi esposa y mis hijos tiraban agua para evitar que las llamas lleguen a nuestra vivienda. Ojalá nunca más vuelva a vivir algo así”, expresó Saúl, cuyo accionar quizás evitó un desenlace peor.
Los vecinos de la zona relataron que la víctima había comenzado a convivir con el acusado hace aproximadamente cinco meses y que las discusiones que se oían eran constantes, incluso algunos ya habían sido testigo de una agresión previa de parte del hombre a la muchacha.
“Fue tremendo. Esto no puede pasar nunca más. Si no estábamos nosotros seguramente esa chica hoy no la contaba. Ella me dijo que él se le subió arriba y le pegaba y lloraba porque veía cómo se quemaba la casa. Estábamos muy desesperados, por ella y por porque la casa se quemaba y arriesgaba nuestra casa. Nuestra casa se salvó de milagro”, graficó Nely, esposa de Saúl.
Pedir ayuda
también se dialogó con Lucía Valenzuela, coordinadora de la Secretaría de la Mujer del municipio de Santa Ana, quien expresó que “es una situación extrema, claramente es un intento de femicidio, donde queda demostrado que pedir auxilio a tiempo es importante porque se pueden prevenir tantas cosas ya que, de acuerdo a los vecinos, es una pareja que ya venía pasando por situaciones de peleas. Es hora de que los padres, principalmente, y a quienes les compete o nos compete, paremos las orejas y empecemos a escuchar esos gritos de auxilio. Hoy unos vecinos escucharon, pero en otros casos nadie oye y terminan en femicidios”.
Justamente, en esa misma línea reflexionó Saúl, que aseguró que “no entiendo cómo un hombre puede llegar a esos límites. La chica dijo que él estaba tomado, pero eso no es motivo para semejante daño. Siempre se los escuchaba discutir por celos pero nunca nos metimos porque nada parecía tan grave. Yo como padre y hombre creo que no es necesario llegar a estas locuras. No es necesario. Es imposible de admitir. Hay que buscar el diálogo, no hacer semejante barbaridad. Todos tenemos derechos, nadie debe atentar contra la vida de otra persona, más aún habiendo un inocente en camino”.
Fuentes consultadas señalaron que la muchacha permanecía anoche internada en el hospital posadeño y su cuadro era estable, pero iba a continuar hospitalizada por prevención.
Detenido
El acusado, en tanto, fue identificado como Eugenio M. (37), quien terminó siendo detenido en horas de la mañana, durante recorridas y rastrillajes desplegados por el personal de la Brigada de Investigaciones y Drogas Peligrosas de la Unidad Regional XIII de la Policía de Misiones.
Tras su detención, el implicado fue alojado en una celda policial y quedó a disposición del Juzgado de Instrucción Seis de Posadas, a cargo del magistrado Ricardo Balor. Se estima que en las próximas horas pueda ser trasladado para comparecer en audiencia de declaración indagatoria.
“Esto que pasó duele. No me saco de la cabeza la cara de la chica toda llena de sangre. Cuando logré sacarla por el alambrado fue tremendo verla así. La puse en resguardo en mi casa y salí a buscar a la Policía. Nunca imaginé vivir algo así”, culminó Saúl.