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El estudio del Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina en colaboración con Fundación INECO comprendió a niños escolarizados de 4 y 13 años del país.

Un estudio del Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina sobre el impacto de la pandemia en la continuidad escolar de los niños de 4 a 13 años en el país y las dificultades socio-afectivas que experimentan reveló que la franja etaria de 4 y 5 años es la que mayor percepción de malestar emocional evidencian.

El Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina en colaboración con Fundación INECO publicó un estudio sobre el modo en el que la pandemia afectó a la educación infantil, principalmente a niños y niñas de entre 4 y 13 años. La investigación se realizó en 20 provincias del país, con la participación en el relevamiento de datos de Scouts Argentina.

El informe señala, en primer lugar, que 9 de cada 10 padres afirman que sus hijos e hijas asistían cotidianamente a la escuela antes de que se declarara la pandemia. Esta frecuencia se ve condicionada por el nivel socioeconómico de cada hogar, siendo aquellas familias con mayores problemas económicos las que los niños y niñas tienen más dificultades para asistir a la escuela.

Continuidad escolar

Ya en contexto de pandemia, el 48% de los padres señala que la coyuntura afectó la continuidad escolar, observándose un impacto diferencial según el nivel educativo de los adultos y el acceso a la conectividad de cada hogar. Entre los de nivel más alto, el porcentaje de quienes sostienen que hubo impacto en la escolarización asciende al 36% y entre los hogares de nivel más bajo, el 59%. En otras palabras, seis de cada diez familias de niveles económicos más bajos consultadas dieron cuenta de las dificultades de sus hijos para aprender en modo virtual o bimodal.

Por otro lado, aquellas personas entrevistadas que señalan que la pandemia afectó la continuidad educativa, mencionaron que la escuela enviaba mucha tarea y que tuvieron problemas de conectividad, un aspecto que se destaca especialmente en los hogares más vulnerables.

NEA, la región más afectada

Asimismo, se observó que, en términos generales, los niños y niñas de aquellas regiones que reportan peores indicadores en términos de educación y conectividad presentan también puntajes mayores en las escalas que evalúan presencia de dificultades socioafectivas.

No obstante, si bien la región del NEA es una de las que reportan peores indicadores en términos de educación y conectividad, presenta niveles similares de dificultades socioafectivas que el resto de las regiones.

Ansiedad y problemas de conducta

En este marco, las dificultades socioafectivas hacen referencia a una mayor percepción de malestar emocional (en particular ansiedad y ánimo decaído), dificultades en la concentración y problemas de conducta y de relación con otras personas desde el inicio de la pandemia. En ese sentido, se identificó que la escolarización, así como el impacto del contexto sanitario en la continuidad escolar, se encuentran asociadas al estado socioafectivo de los niños; siendo la franja etaria entre 4 y 5 años donde se observó una mayor afectación.

El presidente de Cruz Roja Argentina, Diego Tipping, afirmó que “la virtualidad exigió un esfuerzo extra a todas las partes. La tarea de las instituciones educativas, los docentes y los padres, fue fundamental para evitar un impacto negativo mayor de la pandemia sobre la escolarización. Prácticamente la totalidad de los padres (el 91%) consideran que la relación entre la familia y la escuela es buena y se sienten acompañados. No obstante, el 8% señala que sus hijos o hijas tienen alguna dificultad en aspectos como las emociones, concentración, conducta o capacidad para relacionarse con otras personas desde que la pandemia llegó al país”.

Factor protector

Por su parte, la presidenta de Fundación INECO, Teresa Torralva, explicó que “aquellos padres de niños y niñas cuya continuidad escolar se vio afectada en este contexto de pandemia, reportaron más dificultades emocionales. Sin embargo, el nivel de resiliencia reportó ser estable a pesar de estas condiciones, pudiendo considerarse un factor protector en este escenario”.

El informe se elaboró sobre la base de 4.361 encuestas presenciales realizadas entre el 26 de marzo al 12 de abril de 2021 por más de 400 voluntarias y voluntarios, y forma parte de una serie de investigaciones que el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina realizará durante 2021.