Sucedió este domingo en el barrio San Miguel de Oberá. Los jóvenes que manipulaban dichos aparatos musicales se dieron a la fuga, ante la presencia policial, la cual fue alertada por los vecinos del sector.
En la jornada de este domingo , efectivos de la Comisaría Quinta de Oberá secuestraron dos parlantes y un amplificador en el barrio San Miguel, debido a los ruidos molestos causados por dichos aparatos musicales, los cuáles eran accionados por un grupo de jóvenes que al constatar la presencia policial se dieron a la fuga.
Todo se inició con el llamado de los vecinos de dicho lugar, quienes solicitaron presencia policial, en razón de que un grupo de jóvenes se encontraba consumiendo alcohol y escuchando música a volumen mucho más allá de los permitido por ordenanza municipal, ocasionando molestias a los pobladores del barrio.
A raíz de ello, patrullas de la comisaría Quinta se dirigieron al sitio y observaron a los sindicados, quienes reaccionaron de forma agresiva, arrojando piedras a los uniformados y dándose a la fuga. En la huida dejaron los parlantes y el amplificador en el sitio, los cuales fueron incautados y serán elevados al Tribunal de Faltas de Oberá