A diferencia del ímpetu comercial de días similares como el de la Madre, el Padre o el Niño, esta fecha tiene una connotación netamente religiosa.
Cada 26 de julio la Iglesia católica celebra la Fiesta de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús, por lo que hoy se conmemora también el Día de los Abuelos, de los que ambos santos se los considera sus Patronos.
Joaquín y Ana fueron personas de profunda fe y confianza en las promesas de Dios. Ambos educaron a su hija Santa María en la fe del Pueblo de Israel, alimentando en ella el amor hacia el Creador y preparándola para su misión. Es a través de ellos como María se suma a esa porción del pueblo escogido que espera la llegada del Salvador de la humanidad.
El papa emérito Benedicto XVI, un día como hoy, en 2009, resaltaba, a través de las figuras de San Joaquín y Santa Ana, la importancia del rol educativo de los abuelos dentro de la familia. El Papa decía que los abuelos “son depositarios y con frecuencia testimonio de los valores fundamentales de la vida”.
En 2013, el papa Francisco, con ocasión de esta fiesta, celebrada en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud Río 2013 (Brasil), destacaba que “los santos Joaquín y Ana forman parte de esa larga cadena que ha transmitido la fe y el amor de Dios, en el calor de la familia, hasta María, que acogió en su seno al Hijo de Dios y lo dio al mundo, nos los ha dado a nosotros. ¡Qué precioso es el valor de la familia, como lugar privilegiado para transmitir la fe!”.