Axel Adrián de 24 años es oriundo de Garupá y fue condenado en juicio abreviado a la pena de siete años de prisión. El joven violó en reiteradas oportunidades a sus primas menores de edad durante años y, las golpeó, amedrentó y amenazó de muerte.


El delito fue  denunciado por la madre de las niñas en el año 2017, quienes hoy tienen 16 y 20 años. Los delitos fueron cometidos cuando el condenado era menor de edad y, los desarrollaba cuando se quedaba al cuidado de las menores.

Ayer en la mañana, en juicio abreviado Axel Adrián confesó haber abusado de sus propias primas durante años y, como si fuera poco las golpeaba y amenazaba para así evitar ser denunciado ante la Policía de Misiones.

El joven estaba imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal, varios hechos y amenazas agravadas y, la pena abreviada fue homologada por el Juez subrogante Juan Manuel Monte. Por subrogación legal el Ministerio Público estuvo representado por María Laura Álvarez, fiscal Correccional y de Menores Uno.

La condena fue consensuada con la madre de las niñas (denunciante) y las victimas. Tras ello el joven admitió su culpabilidad y fue alojado en el penal de Loreto para cumplir su condena por múltiples abusos sexuales, con todo lo que eso significa.  Al ser cometidos los abusos cuando el joven era menor de edad, le fue aplicada la pena reducida a la tentativa, según lo dispuesto en el artículo 4 de la Ley 22.278.

Fuentes consultadas indicaron que los abusos fueron revelados en el colegio, tras una charla sobre educación sexual a la que asistió la mayor de las niñas, quien padeció los agravios desde que tenía 8 años hasta los 15. A raíz de ello, se descubrió además que su hermanita más chica también fue abusada por el mismo violador desde los 6 hasta los 8 años.

Ese mismo día, la niña al llegar a su hogar le confiesa a su madre que había sufrido abusos, maltratos y amenazas por parte de su primo (Axel Adrián), es por ello que la mujer se acercó al colegio de las jovencitas donde le reflejaron que durante una década su hija había sido sometida por el condenado. Inmediatamente denunció el hecho ante la Comisaría de la Mujer.

Fue en Cámara Gessell que las victimas dieron detalle de lo padecido. A cualquier horario y lugar de la casa, incluso en un monte en inmediaciones de las moradas, las niñas eran abusadas sexualmente por este delincuente, quien las amenazaba para que no contaran lo que sufrían. Una de ellas además mencionó que la abuela paterna habría sido testigo de uno de los ataques cuando tenía diez años, pero no brindó ningún tipo de auxilio.

Las niñas se quedaban al cuidado del violador cada vez que la madre de las dos jovencitas se iba a trabajar. Los ultrajes ocurrieron tanto en la casa de Axel Adrián como en el domicilio de la denunciante.

El joven era consciente de que al ser menor seria inimputable y es por ello que abusaba de sus primas las veces que quería. Además, las hermanas coincidieron que los ataques pudieron haber sido descubiertos en varias oportunidades pero el abusador simulaba cualquier otra situación para así evitar ser descubierto.