El hecho ocurrió en Funes y la joven tuvo de cómplice hasta el árbitro.
Estaba terminando el partido y el árbitro llama a Franco, uno de sus futbolistas, y le saca una tarjeta. Pero no es ni amarilla ni roja, es azul. La misma decía: «Franco, mira a tu alrededor». Y a su alrededor está Rocío, su novia, arrodillada con una pequeña caja con alianzas en su mano, rodeada de tres amigas que sostienen tres carteles que dicen TE QUERES CASAR CONMIGO. Franco se emociona, se saca su camiseta, se arrodilla para abrazar y besar a la chica y decirle que sí.