Alejandro “Mangueruli” M. (37) está acusado de matar a golpes a Alejandro Pereira (43) luego de una acalorada discusión en la vivienda de la víctima y tras una ronda de tragos.
A más de un mes del asesinato de Alejandro Daniel Pereira, un vecino de 43 años del barrio Prosol I de la capital provincial que fue ultimado a golpes dentro de su vivienda, desde el Juzgado de Instrucción Siete, a cargo de la investigación del caso, resolvieron durante los últimos días extender el tiempo de detención del único detenido que tiene la pesquisa y dictarle la prisión preventiva.
Se trata de Alejandro Ramón M. (37), quien en la actualidad gozaba del beneficio de la libertad condicional por una condena a 13 años que recibió tiempo atrás por la Justicia misionera por estar implicado en otro homicidio ocurrido en 2011 en el barrio A-4 y que de acuerdo a las pesquisas hechas hasta el momento solía frecuentar la casa de Pereira para compartir tragos.
Según consignaron voceros que entienden en la investigación, la defensa del acusado fue notificada de la novedad recientemente y por el momento continuará alojado en una dependencia policial acusado del delito de homicidio simple.
Si bien existe una batería de pruebas que aún restan producirse en el marco de la causa, hasta el momento se encontraron distintos elementos para dictar la preventiva al sospechoso.
Uno de ellos tiene que ver con el aporte que brindaron varios testigos citados en el expediente y que indican que el acusado, quien es conocido con el apodo de Mangueruli, fue visto en la casa de la víctima, horas antes de que este último perdiera todo tipo de comunicación con su familia.
Ambos solían compartir noches de tragos en casa de Pereira y por ello el primer sospechoso que estuvo en la mira, tanto de la familia del fallecido como de la Policía, fue Mangueruli.
Incluso, una vecina que vive en la casa contigua a la del pensionado manifestó haber visto al detenido salir de la vivienda de Pereira, días antes del hallazgo del cuerpo.
Por el momento el móvil del crimen no está confirmado. Más allá de que la familia del fallecido acusó en un principio un supuesto hecho de robo por parte del implicado, por ahora no se pudo corroborar esa versión. Es que días antes del hecho, Pereira había cobrado el dinero de su pensión y esto pudo haber desencadenado la discusión y luego el terrible ataque a golpes.
De acuerdo al informe preliminar de la autopsia realizada por el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial, la víctima murió como consecuencia de los fuertes golpes que recibió en la cabeza y no por la herida punzocortante que tenía en la espalda.
Dicha arma blanca jamás fue ubicada por la Policía. Si un hierro envuelto en una toalla y que fue hallado dentro de un armario de la casa del fallecido.
Pero a este elemento los investigadores llegaron al momento de la detención del sospechoso y que fue concretada un puñado de horas después del hallazgo del cuerpo.
Mangueruli fue ubicado por efectivos de la Dirección de Homicidios y la Comisaría Novena en un centro de rehabilitación del microcentro posadeño, donde habría pedido alojamiento tras cometer el hecho.
Fuentes del caso que intervinieron en el arresto añadieron que varias de sus pertenencias presentaban manchas de sangre y también tenía lesiones que indicarían que estuvo involucrado en una pelea.
Triste hallazgo
El cuerpo de Alejandro Daniel Pereira (43) fue encontrado minutos antes del mediodía del pasado martes 20 de julio, dentro de su vivienda de madera del barrio Prosol I.
Tras conseguir una copia de la llave de su domicilio, un hermano y la propia madre de Pereira lograron ingresar a la morada y lo encontraron sin vida en su habitación, con una puñalada en la espalda y signos de varios golpes en la cabeza.
Ale, como era conocido por su familia, llevaba varios días sin ser visto por sus familiares.
Al respecto, y durante una entrevista que dio Blanca Pereira, hermana de la víctima, la mujer comentó que luego de varios días sin tener novedades de su familiar decidió indagar con la Policía y con los hospitales para ver qué había sucedido algo con él.
“La última vez que hablé con mi hermano fue el miércoles (seis días antes del hallazgo) a la noche, después jueves no le vi, viernes golpeé la casa y nada, pasó sábado y domingo y tampoco nada. Ayer (lunes) empezamos averiguar con la policía, en los hospitales, pero no había nada. A la mañana me volvió a llamar un oficial de la comisaría Novena y me dijo ‘señora, su hermano no está en ninguna comisaría’. Ahí le llamé a mamá y me dijo que iba a venir hasta la casa”, recordó la mujer.
Sobre el móvil del crimen, se inclinó por la tesis de un robo ya que días atrás su familiar cobró el dinero de una pensión por discapacidad. “Justo había cobrado el 14 porque es pensionado. Creo que le entraron a robar, lo mataron y cerraron la casa. Se ve que cerraron desde el lado de adentro y salieron por la puerta de atrás y llavearon. Yo pensaba que él estaba encerrado pero me llamaba la atención que él nunca salía. Es la primera vez que se ausentaba así, cada vez que él viajaba avisaba a sus hermanos que iba a viajar. Y nos dejaba la llave por cualquier cosa. Incluso venía mi abuela esos días que él no estaba y se quedaba”, indicó la entrevistada.
Sobre el supuesto agresor que habría escapado de la casa de su hermano recordó que el viernes 16 de julio, y luego de dos días sin ver a su familia, decidió ir a investigar con una vecina que vive pegado a la casa de Alejandro.
“La vecina de al lado me había dicho el viernes, cuando fui a golpear la casa de él, ‘Blanca, yo anoche vi que salió un flaco alto, todo vestido de negro, con capucha y con una mochila’. Y desde ahí nos empezamos a preocupar ¿Cómo iba a salir una persona de la casa de mi hermano? Y creo que ese es el que está detenido”, agregó.