El agobiante calor se instaló a menos de un mes de la llegada del verano. En Posadas, la sensación térmica después de las 18 superó los 37 grados.

La provincia de Santiago del Estero lideraba esta tarde el ranking con temperaturas superiores a los 40 grados, en tanto que la Ciudad de Buenos Aires (CABA) llegó a los 36,4, informó este lunes, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en el último día del fin de semana largo, mientras que en la ciudad de Ushuaia amaneció cubierta de blanco a raíz de una nevada, a días del inicio del verano.

Según los datos del SMN actualizados a las 16, en la provincia de Santiago del Estero la temperatura llegó a los 40,6 grados y en Tartagal, Salta, a los 40,2.

San Fernando del Valle de Catamarca se ubicaba tercera con 39,6 grados, seguida por La Rioja con 39,2 y San Ramón de La Nueva Orán, Salta, con 38,3.

En Villa Dolores, Córdoba, la temperatura alcanzó los 36,6 grados, en Reconquista, Santa Fe, 36,5 y en Roque Sáenz Peña, Chaco, 36,4.

Posadas: más de 35 grados, pasadas las 18!! 

Las altas temperaturas que se registran en más de la mitad del país, también se sienten con fuerza desde hace unos días en toda la provincia de Misiones. Prueba de ello, hoy en la capital provincial, pasadas las 18 la temperatura era de 35,4 grados, según la Oficina de Prevención de Riesgos ante Fenómenos Naturales (OPAD), con una sensación térmica de 37,4 grados -la temperatura más alta del día se registró a las 14.32 horas, con 36,1 grados-.

Los intensos calores continuarán mañana en Posadas con una mínima de 23 grados y una máxima de 34 y el miércoles con una mínima de 24º y una máxima de 35 grados. Lo mismo se replicará en el resto de la tierra colorada.

Una nevada en pleno noviembre

En tanto, en Ushuaia, que amaneció hoy completamente cubierta de blanco a raíz de una nevada de mediana intensidad, se registraban las temperaturas más bajas del país con 4,5 grados y una mínima que llegó a -1.

En el plano turístico, la nieve sorprendió a los miles de visitantes que se encuentran en la ciudad como consecuencia del fin de semana largo, y que según el municipio ocuparon cerca del 80% de la capacidad hotelera, calculada en unas 5500 camas.

Muchos de los turistas tomaron el fenómeno meteorológico como un hecho pintoresco y salieron a la intemperie a jugar con la nieve y sacarse fotos, como si fuera el mes de junio o de julio.