La especialista en infectología, Liliana Arce, hizo hincapié en la importancia de cumplir con las 20 vacunas del Calendario de Vacunación Obligatoria

El dato es alarmante porque pone en riesgo el resurgimiento de enfermedades que ya habían sido erradicadas. Se trata de la caída de los niveles de vacunación no-Covid a causa de la pandemia y de la situación de aislamiento tiempo atrás. Luego de dos años de padecer el impacto del coronavirus y aún cuando ya no hay cuarentena como medida preventiva, la tasa de vacunación del Calendario Nacional Obligatorio se mantiene baja. La información se desprende del  Observatorio de la Infancia y la Adolescencia de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y Unicef.

“El grupo de menores de 1 año presenta el descenso más dramático en el tiempo y por ende de mayor riesgo. A nivel país en el año 2020 las coberturas en menores de 1 año registran una caída de 19 puntos al comparar con el año 2015 y de 8 puntos en comparación con el año 2019. En los menores de 1 año las coberturas de vacunación son inferiores al 90% contra la poliomielitis desde el año 2016 y con vacuna quíntuple desde el 2017”, detalla el informe.

Consultamos a la jefa de Infectología del Hospital de Pediatría, Liliana Arce, cuan grave pueden ser esas cifras, quien calificó el calendario de vacunación argentino como “uno de los más completos de América Latina, con 20 vacunas”.

“No hay que olvidarse que la polio que habíamos sacado el refuerzo de 18 meses comenzó nuevamente en África. Cuanto menos cobertura de vacunación tengamos, las enfermedades van a comenzar a aparecer. Hay que estar alerta a los síntomas de estas enfermedades que pueden regresar y producir brotes epidémicos”, aseveró y agregó que “el hospital es el lugar más seguro, les pedimos a las madres que lleven a sus hijos a hacer los controles y vacunarlos”.

“Las vacunas evitan las enfermedades transmisibles e infecciosas así que se teme es que hay noticias de que en África está circulando el virus salvaje del poliomielitis, que Brasil tiene sarampión y en algunos lugares en Europa, esas son las dos patologías que están preocupando. La difteria es otra, también hubo casos en Paraguay”, explicó la especialista.

“Para esas enfermedades hay vacunas incluidas en el calendario, tienen dosis y refuerzos. Se necesita tomar conciencia de parte de los médicos, sobre todo de los pediatras, de que una visita médica siempre debe tener el control de la vacunación. Si no controlamos las vacunas en esa visita, es una oportunidad perdida”, indicó.

“Los infectólogos somos obsesivos con la vacuna y vemos que está faltando. Otra enfermedad que preocupa es el virus de la Influenza; la Influenza quedó postergada por la gran cantidad de Sars-Cov-2 pero en estos momentos esta habiendo casos de Influenza. Una persona que ingresa con neumonía, con dificultad respiratoria y si dio negativo a Covid, pensemos en Influenza porque esta enfermedad tiene su antiviral, y produce muerte y es importante que la población de riesgo esté vacunada. A diferencia de la Sars-Cov-2 es una vacuna obligatoria en embarazadas, en los profesionales de la salud, en los cardiópatas, en los inmunosuprimidos, en los diabéticos”, remarco la especialista.


El fantasma de la polio

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) pidió a los países de las Américas redoblar esfuerzos para vacunar a los niños contra la poliomielitis y evitar así que vuelva a activarse casi tres décadas después de ser erradicada y ante el «riesgo real» de su reintroducción al continente.  La tasa de vacunación contra la poliomielitis con las tres dosis fue del 82% en 2020, la más baja desde 1994, cuando se certificó que el continente estaba libre de la enfermedad, informó la OPS en un comunicado. La poliomielitis es una enfermedad altamente infecciosa causada por el virus de la polio o poliovirus que se transmite principalmente a través del contacto con heces infectadas y puede afectar al sistema nervioso, causando parálisis en las piernas o los brazos. “La amenaza de la reintroducción de la poliomielitis en la región es real», afirmó Andrés de Francisco, director de Familia y Promoción de la Salud de la OPS.