Estudiantes de diferentes edades se dieron cita en los distintos establecimientos educativos de la tierra colorada para arrancar el año educativo

Las calles se volvieron a poblar con guardapolvos y uniformes este lunes en el arranque de un nuevo ciclo lectivo en toda la tierra colorada. Estudiantes de diferentes edades se dieron cita en los distintos establecimientos educativos de la tierra colorada para arrancar el año.

“Volvemos a la rutina a organizarse con el tema de trabajo para poder retirarlos”, manifestó Ariel Peralta padre de dos niños que transcurren la primaria en el Colegio Normal N°10 de Posadas. “Estuvimos toda la semana preparándolos para que vuelvan a levantarse temprano para que puedan venir tranquilos a la escuela”, agregó, el padre haciendo alusión a retomar la rutina luego de las vacaciones.

Muchos fueron los estudiantes que por alguna que otra razón se cambiaron de colegio y por ello la expectativa de tener compañeros nuevos pone un poco inquieto a los chicos.

“Estaba con muchos nervios porque se cambió de un colegio privado a público, es una nueva etapa la que comenzamos”, señaló Zulma que acompañó en su primer día a su hijo que comenzó el 5° grado en el colegio Normal N°10.

Los más pequeños también fueron protagonistas en la jornada de este lunes, muchos son los chicos que arrancan la etapa de la educación en las salas de 3, 4 y 5 años.

“Expectativa que se adapte lo más rápido posible”, manifestó en diálogo con José Torres, quien acompaño en su primer día a su niña de tres años en el Instituto Posadas.

“El hermano más grande va a cuarto grado y para optimizar recursos y tiempo los traemos al mismo colegio”, indicó el hombre.

Por otra parte, Lautaro un niño que padece la enfermedad síndrome Simpson Golabi, se mostró muy contento por reencontrarse con un “viejo amigo” y hacer compañeros nuevos.  

“Estoy muy emocionado, viene una viejo amigo mío que después de mucho tiempo me lo volví a encontrar”, manifestó el chico.

Cristian (padre) y Lauraro tiene sindrome de Simpson Golabi. Arranca 6to grado en la Esc N°1 junto con maestro integrador

Por su parte Cristian Piñero, padre de Lautaro, indicó que su hijo por padecer la enfermedad desde salita de cinco “tiene un maestro integrador, la cual la escuela le exige para que él pueda estar en el aula”, dijo y explicó que si bien es difícil contratar un maestro integrador por la burocracia de las obras sociales, “como padre decidimos que tenga una vida normal, que se pueda integrar a la sociedad, en ese sentido siempre luchamos para salir adelante”, cerró.

El un síndrome de Simpson Golabi, es una enfermedad poco frecuente con múltiples anomalías congénitas ligado al cromosoma X y caracterizado por sobrecrecimiento pre- y postnatal, rasgos craneofaciales distintivos, malformaciones congénitas variables, organomegalia y un riesgo incrementado de desarrollo de tumores.