La Tierra Colorada fue la segunda con mayor descenso interanual. La primera es Formosa con -35,5. Los datos reflejan la pérdida de poder adquisitivo frente a la inflación y el ajuste. Donde menos cayó: CABA y Santa Fe. El informe de la consultora Politikon es en base a los recientes datos del INDEC.
La inflación, la recesión y el ajuste están erosionando el poder adquisitivo de los trabajadores, jubilados y los informales; y ello se refleja en la caída preocupante de las ventas en los supermercados, donde las provincias del Norte son las más afectadas.
De acuerdo a la consultora Politikón Chaco, Formosa encabezó el ranking de caída de ventas en supermercado en el mes de febrero con -35,5% y Misiones se ubicó en segundo lugar de descenso con -29,9%. Los descensos más leves se registraron en CABA, Santa Fe y Córdoba, donde el poder de compra no se ha resentido tanto.
La disminución de las ventas en el rubro de supermercado indica, nada menos, que la gente compra menos alimentos, entre otros productos. Es un claro signo de que los salarios no pudieron recuperarse del golpe inflacionario de diciembre y enero, causado por la devaluación impulsada por el nuevo Gobierno nacional desde el 12 de diciembre.
La caída de ventas en supermercados afectó a todo el país y ningún distrito pudo registrar avances en febrero ni en el primer bimestre, pero el derrumbe se hizo patente con mayor virulencia en las provincias del denominado “Norte Grande”, con bajas que llegaron a triplicar el promedio nacional y a ser ocho veces mayores que las de los centros de consumo de la Ciudad de Buenos Aires.
Según los datos de la consultora, en base al último informe del INDEC, el descenso interanual de las ventas en supermercados fue del 11,4% en febrero y del 2,7% en el bimestre, en el promedio nacional, pero hubo una notoria dispersión regional, en la que quedó reflejada la situación crítica en provincias como Formosa y Misiones, que tuvieron en febrero caídas reales interanuales del 35,5% y 29,9%, respectivamente, mientras que en el acumulado bimestral la variación fue negativa en 36,4% y 28,3%.
También se refleja una clara diferencia entre lo que consumen las provincias grandes y las más pequeñas.
El 70,7% de las ventas totales en supermercados del segundo mes del año se concentró en seis distritos: Gran Buenos Aires (GBA), Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), resto de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santa Fe; y el 29,3% restante se distribuye entre las otras diecinueve provincias, un escenario que, si bien se da manera frecuente, agudizó la brecha a raíz de la evolución dispar en la comercialización.
Además, esto hace que las distribuidoras de mercaderías muchas veces prioricen los mercados más grandes y el resto quede con riesgo de escasez.
“Los descensos más leves se registraron en CABA (-4,7%), Santa Fe (-6,2%), Córdoba (-7,2%) y Neuquén (-9,2%), siendo las únicas cuatro jurisdicciones con bajas de un solo dígito”, señaló la entidad dirigida por Alejandro Pegoraro, en una situación que se repite en la comparación interanual del primer bimestre, en a que las menores caídas se dieron en CABA y Santa Fe (-7,3% y -6,6% respectivamente).
En febrero, las ocho provincias con mayores caídas porcentuales corresponden todas a la región del Norte Grande: además de los casos ya mencionados de Formosa y Misiones, se anotaron Tucumán (-26,2%), Santiago del Estero (-23,9%), Corrientes (-23,5%), Chaco (-22,5%) La Rioja (-22,1%) y Salta (-20,6%).
¿Qué se deja de consumir en crisis?
En períodos de pérdida de poder adquisitivo de los salarios (los ingresos de los trabajadores perdieron 20% de poder de compra en solo dos meses), es normal que se dejen de consumir ciertos productos considerados “de lujo” y que se le dé prioridad a otros de primera necesidad.
En este caso, se puede comprobar que las pérdidas más grandes se dieron en el rubro de “electrónicos y artículos para el hogar”, que registró una variación nominal de 132%, frente a una inflación anual de 276,2% (febrero de 2023 a febrero de 2024). No fue muy diferente la variación de “indumentaria, calzado y textiles para el hogar”, cuya facturación creció “solo” 145,8% en términos nominales, según los datos recientes de INDEC.
Por el contrario, se registró un fuerte crecimiento en las ventas de productos de panadería (341,5%, que puede ser por la temporada de temperaturas más bajas) y en los artículos de limpieza y perfumería (337,1%). También aumentaron con fuerza las ventas de productos de almacén (309,3%).
En esta oportunidad, no se observa un traslado de los consumidores de un canal de ventas a otro. De acuerdo con los datos publicados por el INDEC, también se desplomaron las ventas de los comercios mayoristas.
En detalle, la facturación de los negocios del rubro cayó 6,2% interanual en febrero y cerró el primer bimestre con una baja del 7,2%.
En ese caso, la mayor parte de las ventas se cancelaron con efectivo ($60.924 millones). Le siguieron las tarjetas de crédito ($56.331 millones), las tarjetas de débito ($47.728 millones) y los “otros medios de pago” ($37.215 millones).