El pasado sábado, los inspectores de tránsito Susana Talavera y Mario Tavarez salvaron a un bebé con dificultades para respirar. El padre del niño se acercó hasta el depósito vehicular solicitando ayuda y los agentes no dudaron un minuto en aplicar maniobras de reanimación y trasladarlo al hospital Samic.
En una entrevista, Susana Talavera relató los detalles del hecho «Estábamos iniciando nuestra actividad, llegamos 14:30 al trabajo junto a mi compañero Mario Tavarez. Escuchamos un grito desgarrador y en eso entra una motocicleta al depósito, con un bebé en el brazo. Le golpeamos la espalda pero no reaccionaba, entonces mi compañero arrancó el móvil y nos fuimos al hospital. En el semáforo de la calle Haidinger, el corazón del niño dejó de latir y seguía reanimándolo. En el kilómetro 9 reaccionó, comenzamos a orar hasta el hospital, donde empezó a llorar.»
Talavera explicó que el bebé estuvo «dos o tres minutos sin respirar» debido a una fiebre alta que provocó convulsiones y un paro respiratorio en el trayecto. La rápida y decidida intervención de los inspectores fue crucial para salvar su vida.
El bebé, menor de dos años, cuya identidad aún es desconocida, ya fue dado de alta del hospital. La familia reside en Pionero Lutz, y los agentes expresaron su deseo de contactarse con ellos.
Finalmente, Susana Talavera hizo un llamado a la comunidad para ser más solidarios en situaciones de emergencia, ya que «no nos daban paso» a pesar de la sirena del móvil. Este incidente subraya la importancia de la colaboración ciudadana y la rápida acción en momentos críticos.