En declaraciones ante la Justicia, la ex legisladora dio nombres y detalles sobre mesas judiciales y acuerdos espurios entre los dirigentes políticos de varias gestiones y la Justicia Federal. “Angelici es uno más en la tragedia nacional de operadores”, afirmó.

Este medio tuvo acceso a un antiguo testimonio reservado que la por entonces diputada nacional Elisa Carrió brindó ante el juzgado nacional en lo Criminal y Corrección Nro. 7, a cargo del juez Sebastián Casanello, en marzo del 2016. En el mismo, hace un detallado repaso por la historia de los operadores judiciales argentinos durante la democracia, a los que llama “el flagelo de la política nacional”, y alertó, una vez más, sobre el rol de Daniel Angelici en la polémica maniobra.

Durante la declaración, en la que pidió ampliar los dichos que había vertido días atrás en el programa televisivo Animales Sueltos, Carrió confirmó la existencia de personas de distintos partidos políticos que actúan como interlocutores de jueces federales, fiscales federales, camaristas y miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a los que habitualmente se los denomina “operadores judiciales”.

De acuerdo a la legisladora, “se trata de personas paraestatales, que no tienen una función institucional delimitada, que mantienen relaciones amistosas con miembros del poder judicial e interfieren en causas ligadas a distintos crímenes federales o actos de corrupción en los que están comprometidos funcionarios públicos”.

Carrió llevó adelante una reseña histórica de los operadores judiciales, sin dudar en mencionarlos con nombre y apellido ante las autoridades del juzgado. De acuerdo a la dirigente de la Coalición Cívica, durante la gestión de Carlos Saúl Menem quien habría cumplido ese rol era el propio Rodolfo Barra, nombrado auditor General de la Nación tras el Pacto de Olivos.

Barra utilizaba a una persona llamada Javier Fernández como operador ante la Justicia Federal”, aseguró CarrióFernández, de acuerdo a la legisladora, era señalado como el “valijero” del dinero del Servicio de Inteligencia del Estado (SIDE), y solía repartir sobres entre los jueces federales.

Algunas de las maniobras llevadas a cabo por Fernández tendrían eco incluso en cuestiones que aún hoy se debaten en los pasillos de Comodoro Py. Por ejemplo, Carrió detalló los vínculos del operador con Hugo Anzorreguy, por entonces jefe de la SIDE, y aseguró que juntos habrían manipulado a los jueces de la causa AMIA.

“La historia siguió durante el gobierno de la Alianza, donde Anzorreguy continuó operando a través de Enrique Nosiglia y el diputado Juan Pablo Baylac, que también cumplió funciones como vocero presidencial de Fernando De la Rúa«, añadió.

Fernández volvería a la carga durante la gestión de Néstor Kirchner. En su declaración ante la Justicia, Carrió aseguró: “Nunca vi tal influencia del Servicio de Inteligencia del Estado en la Justicia Federal de Comodoro Py, como en la década kirchnerista, y nunca tanta influencia como la que tenían Javier Fernández y Jaime Stiuso”.

La declaración judicial de Elisa Carrió golpea con fuerza a la gestión kirchnerista: “El gobierno de Kirchner llevó la ley de blanqueo para terminar con las causas penales de Lázaro Báez. La ley era parte del mecanismo de impunidad de la asociación ilícita y el juez Ercolini fue funcional a ello, desmembrando la causa y enviándola a distintos jueces para que muera allí”, explicó.

Fue entonces que Carrió afirma haber escuchado por primera vez hablar de Daniel Angelici. “Meses después de conformar el Pro junto a Mauricio Macri y Ernesto Sanz, tomé conocimiento de un tal señor Angelici. Yo no sabía quién era, dado que no miro fútbol, pero supe que hablaba con Oyarbide, almorzaba con jueces y fiscales vinculados a Boca y ‘ayudaba’ al presidente, a pesar de no cumplir con ninguna función institucional”, aseguró.

En efecto, Daniel “El Tano” Angelici fue señalado como uno de los líderes de “la mesa de los jueves” de Mauricio Macri, en la que se realizaban reuniones sobre causas federales de interés. Angelici mantenía una relación cercana al por entonces presidente, pero siempre en las sombras, sin ocupar cargos formales.

Carrió fue tajante al respecto. “Cuando supe que se iba a encargar del Consejo de la Magistratura, investigué quién era Angelici y descubrí que era uno más en la larga tragedia nacional de operadores y vínculos promiscuos con la Justicia, los servicios de inteligencia y los clubes de fútbol”, afirmó.