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Los ministros de economía de la eurozona consideraron que Europa estará en condiciones de sobrellevar la crisis económica, que generó el COVID-19 desde hace dos años.

Aunque temen por rezagarse por las potencias mundiales, los ministros de economía europeos se mantienen óptimos ante la recuperación económica que obligará a los países a salir de la crisis que desató la pandemia del coronavirus.

El pasado viernes, desde la eurozona afirmaron que Europa tendrá que esforzarse para evitar daños económicos a largo plazo y no quedarse atrás respecto a China y Estados Unidos. «Vemos que la recuperación se está afianzando, pero también sabemos que los retos siguen siendo grandes», dijo Paschal Donohoe, presidente de los ministros de Economía de la zona euro, en una rueda de prensa.

Donohe asentó que «el riesgo de cicatrices, el riesgo de daño de esta pandemia en nuestras sociedades, en los ciudadanos y en los balances de los empresarios sigue siendo real». A largo plazo, las consecuencias podrían manifestarse a través de una caída de la inversión empresarial, como ocurrió en la crisis financiera de hace una década.

Según dijo Paolo Gentiloni, comisario europeo de Economía, también podrían manifestarse en la interrupción de la educación y la formación de los jóvenes y a través de recortes en la inversión en activos intangibles e investigación y desarrollo, a pesar de las enormes inversiones de la Unión Europea (UE) en las transiciones digital y ecológica.

Las previsiones de la Comisión Europea indican que hacia mediados de 2022 la UE volverá a niveles de crecimiento prepandémicos, y que algunos, como Alemania y Francia, ya los habrán alcanzado a finales de este año, mientras que otros, como Italia o España, no lo harán hasta finales de 2022.

Sin embargo, China y Estados Unidos repuntarán más rápidamente, según los pronósticos, y la zona euro tendrá que actuar pronto para impulsar su potencial de crecimiento si quiere mantenerse entre los mejores, según Bruno le Maire, ministro de Economía francés.

«Necesitamos más actividad, más inversión en nuevas tecnologías. Tenemos que mejorar el potencial de crecimiento de Europa. Volver a la normalidad no es la ambición correcta. Esta es, desde un punto de vista histórico, la decisión clave que tendremos que tomar en los próximos meses», dijo le Maire.

Europa no quiere quedarse por detrás de China y Estados Unidos, por lo que todos los economistas quieren «jugar en primera liga». La crisis económica, entre otras, que sufre cada país en el mundo desde 2019 producto de la pandemia provoca un esfuerzo de Estado para buscar un «crecimiento fuerte, estable y sostenible».

La Comisión Europea evaluará en los próximos meses los planes de reforma e inversión de los Gobiernos de la UE destinados a hacer sus economías más ecológicas y digitalizadas. Los planes servirán de base para la puesta en marcha de préstamos baratos y subvenciones con cargo al fondo de recuperación de la UE de 750.000 millones de euros, cuyos primeros desembolsos se esperan para finales de julio.

El ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, afirmó que este ejercicio de endeudamiento conjunto sin precedentes contribuirá al crecimiento, y lo calificó de proyecto histórico que fortalecerá al bloque y lo acercará a la unión fiscal que los mercados llevan tiempo reclamando. «Incluso cuando la crisis haya terminado, veremos que hemos dado un gran paso hacia una unión fiscal, que nos hará más fuertes para luchar contra las crisis», cerró.