Según Raúl López, un residente del Bº Alberto Roth, se encontró en la calle con su bicicleta robada y con el delincuente que sustrajo el rodado. Lo denunció pero el Comando Radioeléctrico tardó demasiado, permitiendo el escape del criminal.
“La seguridad es un problema latente que (sufrimos) todos los días, nos tenemos que cuidar y en el barrio, sin exagerar, entre el 40% y 60% de los vecinos fueron robados o asaltados”, lanzó Raúl López, un vecino del barrio Alberto Roth, quien formuló una fuerte denuncia respecto del deficiente accionar policial en un caso particular.
“Nuestro centro social y deportivo, que es un salón enorme, fue desvalijado. Llevaron hasta el frízer y los ventiladores. Dejaron pelado ese salón”, soltó López, quien reveló que supo ser presidente de la vecinal del barrio. “Todos los días vemos en las redes sociales (de usuarios) de la zona de Ñu Porá, robos y más robos”, confió.
Asimismo, López reveló que su hija tiene un departamento en alquiler al que el sacaron “todas las puertas y ventanas”.
Consultado respecto de las circunstancias en la que recuperó su bicicleta robada, López reveló que se encontró por casualidad con el rodado, y formuló la denuncia, porque el ladrón estaba en el lugar. “Un sábado veo mi bicicleta en la esquina, estacionada sobre el cordón cuneta. Agarré la bicicleta y el ladrón me vio. No me dijo nada. Se quedó ahí. Llamé a la policía y al Comando. El ladrón no sólo me perjudicó a mí. Perjudicó a mi hija en 200 mil pesos, porque le robaron la despensa, garrafa, ropas y de todo”, contó el vecino.
Sin embargo, los policías de la Comisaría 5ª no llegaron al lugar, porque no tenían medios. “Tenía al delincuente en las manos. El comando apareció a los 20 minutos, sin embargo, el delincuente ya se escapó”, sentenció.