Gobernó Paraguay durante 45 años. Tras 17 en el exilio en Brasil, falleció a los 93.
El expresidente paraguayo Alfredo Stroessner, que instauró en su país la dictadura más larga (1954-1989) y una de las más cruentas de Sudamérica, falleció el 16 de agosto de 2006 a los 93 años en Brasilia, donde se había asilado 17 años antes.
Fue a causa de una septicemia consecutiva a la neumonía que contrajo tras ser operado de una hernia inguinal casi tres semanas antes en el hospital Santa Luzia, donde se produjo el deceso.
La víspera de su fallecimiento, Stroessner pesaba 45 kilos. En los últimos años -tras sufrir un cáncer de piel, según sus allegados- vivía recluido en una mansión junto a un lago de Brasilia, en compañía de uno de sus hijos, el coronel (expulsado del Ejército) Gustavo Stroessner.
Derrocado por un golpe militar el 2 de febrero de 1989, luego de gobernar Paraguay durante más de 34 años, y acusado de la desaparición o la muerte de miles de opositores, Stroessner debió asilarse en Brasil tras unos pocos días preso en una instalación castrense paraguaya.
Nunca prosperó un pedido del Gobierno de su país en 2003 para que Brasil extraditara a Stroessner, para que el militar respondiera por las violaciones de derechos humanos cometidas durante su régimen.
“El Rubio”, como lo apodaban sus seguidores, fue el mandatario que más tiempo gobernó en un país latinoamericano, después de Fidel Castro.
Había nacido el 3 de noviembre de 1912 en Encarnación, hijo de Hugo Stroessner (un alemán originario de Baviera) y de la paraguaya Heriberta Matiauda. Ingresó como cadete militar en 1929 y participó como combatiente en la Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia (1932-1935).
De su matrimonio con Eligia Mora, una humilde maestra de escuela que falleció en febrero de 2006 en Asunción, tuvo tres hijos: Gustavo, Graciela Concepción y Hugo Alfredo.
Como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, el 4 de mayo de 1954 ascendió al poder tras derrocar al presidente civil Federico Chávez. Para conservar las apariencias, designó por tres meses como presidente provisional a Tomás Romero Pereira, un civil leal que le preparó el terreno para asumir oficialmente el 15 de agosto de ese año.
Se auto reeligió en 1958 y desde entonces renovó su mandato cada cinco años: 1963, 1968, 1973, 1978 y 1983, en elecciones que apenas cumplían formalidades aparentes. Desde el Partido Colorado, Stroessner organizó un movimiento de masas entre las clases campesinas pobres, que le dio sustento social.
La larga presidencia de Stroessner empezó a erosionarse cuando la apertura democrática en Brasil, la Argentina y Uruguay comenzó a asfixiarla, y el golpe de febrero de 1989 -que encabezó su propio consuegro, Andrés Rodríguez- fue la señal de que ya Estados Unidos, su tradicional aliado, le había soltado la mano.